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Desde hace una semana que Matt me a estado mandando mensajes, quiere hablar conmigo.
Tengo un poco de miedo no quiero que me vuelva a insultar, por creer en las palabras de su sobrina.
Me encontraba caminando por el parque que está cerca de mi departamento, quería pensar sobre hablar con Matt. El día estaba muy bonito y en cualquier momento empezaría a llover.
Lo amo, si me enamoré completamente de el. Lo extraño, al igual que sus besos, sus caricias, todo completo.
Mi caminata se vio interrumpida al encontrarme con el dueño de mis pensamientos. Al verme sonrió y se fue acercando.
--Nena, necesitamos hablar.--su voz la había extrañado.
Agache la mirada y el con sus dedos la levantó, las lágrimas no tardaron en salir.
--No llores mi vida, solo quiero hablar bien contigo.--dijo mientras limpiaba mis lagrimas.
--Me hiciste daño con tus palabras.
--Nena, fui un estúpido al no creer en ti.--me abrazo, escondí mi rostro en su cuello.
Justo en ese momento empezó a llover.
Me separé de el.--Desconfiaste horrible de mi y no puedo perdonarte.
Me fui a paso rápido, Matt empezó a gritar mi nombre, pero seguí caminando; ya que la lluvia estaba fuerte.
Sentí como me tomo del brazo para que me parará.
--Perdoname amor.--me dijo.--Perdón por dudar de ti, preciosa. Se que tu no andarias de pene en pene, te amo amor.
--Nunca, solo con el tuyo.--le dije sincera.--Tambien te amo.
--Yo más nena, perdoname.
--Te perdono amor.
Los dos ya nos encontramos totalmente empapados, ya no me dijo nada. Simplemente me beso de una manera tan salvaje y a la vez con tanto amor, era un beso donde nos demostrabamos cuanto nos amábamos.
