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—Hola Alya ¿Cómo te sientes? — Nathanäel se le acercó, entregándole unas cuantas galletas de chocolate, la castaña le sonrió ampliadamente.

—Pues mejor desde que comenzaron a visitarme. — Contestó con una sonrisa, llevándose a la boca una galleta.

—Sí... Aunque sólo Adrien, Nathanäel y yo estuviésemos disponibles. — Mencionó Marinette sonrojada mirando de reojo al rubio, esto fue notado por el pelirrojo que sólo bufó molesto por la aptitud de la peliazul.

De pronto el celular de Marinette empezó a sonar y esta lo contestó un tanto desconcertada, al parecer era su padre y una pequeña riña por haber olvidado entregar un pedido verdaderamente importante, comenzó a disculparse avergonzada y de manera rápida se despidió de Alya quién pareció comprender la situación, también se despidió de Adrien con una sonrisa boba y con Nathanäel se despidió con un beso en la mejilla, saliendo disparada de la habitación.

Por alguna razón a cierta persona le incomodó esa escena del beso, pero no dijo nada, sólo lo pasó desapercibido.

El resto de la tarde los chicos se la pasaron haciéndole compañía a la castaña, hablando de cosas triviales, haciendo bromas por teléfono y a la final terminaron por jugar monopoly. Ese mismo día descubrieron algo de Nathanäel y es que el pelirrojo sabía cocinar verdaderamente bien, claro que no pasó mucho tiempo para que Adrien y Alya comenzaran a molestarlo.

—¡Sin duda serías una buena ''esposa'' Nath! — Bromeó Alya, comiendo un poco del Flan que Nathanäel había preparado.

—Eh ¿Y qué tal si te conviertes en mi esposa? ''Nathanäel Agreste''. — Después de decir eso, el rubio explotó en una sonora carcajada.

—¡N-no digas eso, tonto! — El rostro del pelirrojo se tiñó de un bonito color carmín intenso, mientras que el delantal rosado que se había puesto le daba cierto toque adorable.

Alya sólo se mantuvo callada contemplando la escena, algo muy dentro de ella quiso gritar de alegría pero lo contuvo, aclaró un poco su garganta y continuó comiendo de su Flan mientras que una leve sonrisa adornaba sus labios.


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—Gracias chicos, me divertí mucho con ambos. — Alya se había levantado de su cama después de una semana exacta, tomándose la molestia de despedir a sus amigos en la puerta.

—No te preocupes, nosotros nos divertimos también. — Se sinceró el rubio, mirando al pelirrojo y después a la castaña.

—Sí Alya, y si hubiese algo más que yo pudiera hacer para que te mejoraras rápido-- — Comenzó a insistir Nathanäel que rápidamente fue interrumpido.

—¡Oh, no! Por favor no, ya han hecho suficiente por mí. — Mencionó avergonzada, sin duda Nathanäel era un amor de persona, encajaba perfectamente con todas las características de un ''Uke''.

Es decir, era realmente bajito, con facciones suaves y realmente bonitas como para ser un chico, su cuerpo era delicado, sus ojos... Y su cabello, ah... Su cabello era perfecto, aparte de saber cocinar y preocuparse como si fuese una madre, y no es que fuese una depravada pero Nathanäel traía un trasero de lo más...

—Alya... ¿Estás bien? Pareces un poco perdida...

—¿Qué? Ah... Sí. — Rió nerviosa, ambos chicos se miraron entre sí confusos. 

—Entonces, cualquier cosa que necesites, sólo avísanos. — Y sin más se despidieron, pero antes de salir por la puerta Alya les había llamado rápidamente.

—¡E-esperen! Bueno... En realidad sí hay algo que pueden hacer por mí. — Dijo en un tono inocente, sonriendo con dulzura y ocultando sus manos detrás de su espalda.


¿Alguno de ustedes vio por dónde se fue mi inspiración? :'V


''Fanservice'' - AdriNathTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang