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Me gustó una chica que era la primera amiga que conseguí al ingresar a la secundaria. Era hermosa y me volvía loca, pero mis sentimientos los guardaba muy dentro mío. Ella era heterosexual, y siempre me hablaba de los chicos lindos que pasaban por los pasillos. En mi mente y en la realidad no era competencia para esos chicos, y eso me deprimía. La única ventaja que aproveché fue ser su amiga. Por alguna razón, ella no quiso ser mi amiga después de dos años. Cortamos nuestra amistad. Recuerdo que esos días eran muy duros y largos. El día no terminaba por más que quisiera, y todas las noches lloraba por mi amor no correspondido. El arrepentimiento de confesarme crecía casa día hasta el día de hoy.Hace un mes me enteré que quedó embarazada. Después de dos años desde nuestra separación, intenté olvidarla. Pero me di cuenta que su voz, rostro, esencia, y mirada todavía permanecía en mis recuerdos y en mi corazón. Soy una chica. Soy bisexual. Y nunca olvidaré mi primer amor.

Confesiones de HSLCMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora