Heart Attack; kth [book #1]

trece

—JUNG HYORI—

Escuché a lo lejos que alguien me llamaba, era ChanYeol, lucía bastante feliz, al menos lo estaba hasta que notó mi estado y rápidamente caminó hasta donde yo me encontraba, perdida en mis pensamientos rebuscando algo en mi casillero.

— Mierda HyoRi, ¿Qué te pasó? Ayer estabas fenomenal y hoy... —mordió su labio inferior mientras me analizaba— estás del asco a decir verdad, te sigues viendo bien pero tu expresión es—

— Entendí ChanYeol, no hace falta que lo recalques. —me quejé, cerré mi casillero y avancé hasta mi aula con ChanYeol detrás mío. TaeHyung y yo habíamos hablado durante horas sobre que rumbo tendrían nuestras vidas de ahora en adelante, la mejor forma en la que podíamos solucionar todo y lo más lógico que encontramos fue terminar nuestra corta relación. Eso no significaba que habíamos dejado de querernos, solo era una pausa a esto. No queríamos que las cosas se complicaran aún más hasta llegar un punto en el que nos bloquearíamos, probablemente su papá buscaría maneras en la cuál lastimarnos así que lo mejor era esto.

Honestamente, estaba destrozada. Aún cuando sólo íbamos a mantenernos alejados en la escuela, era realmente difícil tener que verlo por los pasillos a sabiendas que no iba a poder abrazarlo y besarlo como siempre.

— HyoRi, de verdad me preocupas. ¿Qué sucedió ayer? ¿Tus padres te hablaron? —negué, me giré para darle un beso en la mejilla y le sonreí como pude.

— No te preocupes, sólo estoy teniendo un mal día pero mañana estaré mejor, ahora ve a tu clase o llegarás tarde. —achicó los ojos pero al final cedió y se fue a su aula, no sin gritarme que vendría a recogerme al finalizar las clases. Pero fue mala idea entrar al aula sin haber observado quienes se encontraban dentro, pues TaeHyung ya estaba en su lugar de siempre, observando en dirección a la ventana. 

Desafortunadamente mi lugar se encontraba a unas bancas detrás del suyo así que tuve que pasar por su lugar para llegar al mío, y justo cuando pasé de lado suyo, su mano rozó con la mía, provocando cosquilleos en ella, acelerando mi corazón como siempre. Pero ese contacto no duró mucho pues seguí avanzando, ignorando las ganas que sentía por abrazarlo y besar sus bellos ojos que ahora se encontraban algo hinchados.

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Todo parecía ir demasiado bien hasta la hora de receso, la hora en la que pude ver a TaeHyung y SooYoung tan juntos como siempre, podía ver como SooYoung se dedicaba a besar los labios de TaeHyung mientras este se aferraba a su cintura, una escena que sin duda alguna podía matarme de dolor. Estaba sentada con YoungMi a lado mío, cuando escucho a unas chicas hablar sobre mí a espaldas nuestras, literalmente.

— ¿De verdad terminaron tan pronto? Qué patético. HyoRi arriesgo todo por nada.

— Ella era la segunda mujer y después de todo, los hombres siempre volverán a su verdadero amor.

Comentarios así tendría que soportar toda la semana, si no es que los debía escuchar el resto del año.

— Cierren la boca, de lo contrario entenderé que quieren problemas conmigo. —escuché a HoSeok decir a las chicas que anteriormente, cuando voltee ellas estaban mirando fijamente su comida como si su vida dependiera de ello. HoSeok se acercó a nosotras y me tomó del brazo, jalándome a alguna parte del instituto. Cuando llegamos a un aula aparentemente vacía, el cerró la puerta detrás suyo y volteo a verme molesto.

— Dime que no has llorado por TaeHyung, por favor —bajé la mirada avergonzada. Cuando volví a casa pasaban de las once y HoSeok estaba casi dormido, por lo que no había notado lo rojos que estaban mis ojos en esos momentos, incluso por la mañana he venido antes a la escuela para que no se diera cuenta pero era inútil ocultar mi estado—, HyoRi necesito que me digas de una buena vez que carajos está pasando porque hasta ayer podía verlos tan acaramelados como siempre.

— Hemos terminado HoSeok, regresó con SooYoung después de todo supongo —me deslicé por la pared hasta llegar al suelo y sin más dejé caer mi peso—, aunque eso no me importa. Tengo cosas más importantes por las cuales preocuparme ahora mismo.

—se quedó callado unos segundos, finalmente se sentó a lado mío y se acostó sobre mis piernas— Sabes que no me creo esa mierda sobre que no te importa, aún menos si me lo dices con lágrimas en los ojos —se burló, yo bufé y aparté su mano de mi rostro— Jamás te permitas llorar por un hombre, HyoRi. Eres demasiado para cualquiera, no lo olvides. El único que va a salir llorando aquí es TaeHyung porque con mi pequeña hermana nadie se mete.

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El día transcurrió lentamente, no podía prestar atención a otra cosa pues sólo pensaba en Kim TaeHyung, desafortunadamente. Fuera del contacto que tuve con él por la mañana, nada más había pasado entre nosotros, ni siquiera volteaba a verme y era algo que me dolía en el alma, para el parecía ser fácil evitar mi presencia, era como si no hubiese pasado absolutamente nada entre nosotros.

Habíamos prometido que continuaríamos hablando al menos por mensajes, pero cuando le he deseado los buenos días hoy ha ignorado mi mensaje, dejándolo en visto incluso. Quería llorar de nuevo.

— HyoRi, ¿Estás escuchándome? —sentí un ligero pellizco en mi brazo, entonces voltee a ver a YoungMi— La profesora se ha marchado hace cinco minutos y nos dejó una actividad en equipo. Llevo todo este rato hablando contigo sobre eso pero creo que no me habías escuchado.

— L-lo siento YoungMi de verdad, no puedo...

— Lo entiendo, y lamento que estés pasando por esto pero ya verás que todo pasará —me sonrió mientras palmeaba mi hombro—. Siempre llegarán mejores cosas a tu vida, aunque ahora no lo creas. —sonreí y asentí mientras volteaba a ver hacia la ventana. Estaba demasiado agotada para poder mover si quiera mi mano para escribir, pero al final tuve que hacerlo porque no pretendía dejarle toda la actividad a YoungMi.