Epilogo.

14 3 7
                                    

Los tres suspiraron antes de subir al escenario, estaba completamente lleno a decir verdad. En todo el tiempo que llevaba la banda, alrededor de seis meses, nunca, nunca se había llenado de aquella forma. Para bien de Oliver, Adán le hizo propaganda por medio de sus redes sociales. Fue tan brutal que mil personas eran pocas para abarcar el KapKap, el pelinegro se mordió el labio, el rubio se comió las uñas, la chica solo jadeo intentando tomar aire. 

-¿Recuerdan nuestro lema? -Dijo el rubio sorprendiéndolos a ambos.

-¿El de, para todo y a todas horas siempre el uno para los otros?-Pregunto la pelirroja.

-No, el que dice que en las buenas, en las malas y en las mejores vamos a brillar, creo que es hora de dejar de hacer eso tan literal. 

-Tienes razón.-respondió el pelinegro.

Se abrazaron, tomaron sus puestos, y finalmente, seguidos del repique de la batería, los demás instrumentos formaron leyenda. El Kapkap si era mágico después de todo, no solo era su lugar de conciertos, no solo los había visto crecer, tampoco solo los había visto tener sus peores fiascos, también era su hogar.  

Rock & RollWhere stories live. Discover now