08

336 17 0
                                    

Cuando volví a la escuela iba a terminar contigo.

Eso tampoco lo sabías.

Pero como iba hacerlo, me estabas esperando a fuera de la escuela, con un oso rosado era una osita sin oreja.

—La señora sin oreja — dijiste antes de dármelo — no vuelvas a dejarme tanto tiempo, debes alimentarte bien para ya no volver a enfermar — y me abrazaste.

Ese día desee con todo mi alma curarme con tan solo comer bien.

Olvidame Where stories live. Discover now