Capitulo 2: Cuatro años

1.5K 171 26
                                    


Me encontraba caminando rápidamente, perseguía a un pequeño chiquillo de no más de cuatro años que corría divertido alejándose de mí, trataba de no perderle de vista mientras seguía sus pasos, sin embargo de pronto aquel chiquillo choco contra las piernas de un hombre alto y un poco mayor, corrí hasta el, el hombre ya lo había ayudado a ponerse de pie mientras, atentamente, le preguntaba si estaba bien, cuando llegue hasta ellos me agache a la altura del niño para comprobar que estuviera bien y para reprenderle por correr sin rumbo.

-Robert, cielo, debes tener cuidado- Reprendí suavemente mientras lo alzaba y me ponía de pie con él entre mis brazos.

Levante el rostro para pedirle disculpas al hombre con el que mi hijo había chocado, sin embargo al observar mejor al hombre descubrí en sus ojos una mirada que llevaba años sin ver, contuve el aliento un minuto antes de hablar.

-Pro...Profesor- Musite, tartamudeando un poco al inicio, la verdad, por un momento solo quise huir, pero me obligue a mi mismo a quedarme ahi y ademas, aunque lo hubiese intentado, estoy casi seguro que mis piernas no me hubieran obedecido.

-¿Clint?, que gusto me da verte nuevamente- Exclamo mi antiguo profesor y amante con una brillante sonrisa, y yo, yo solo sonreí de vuelta con genuina alegria.

-También me da gusto verlo profesor- Dije sin borrar la sonrisa de mi rostro- Y lamento el accidente con Robert, suele ir distraído- Dije excusándome por mi hijo que se mantenía en silencio entre mis brazos, a decir verdad, lucia algo cohibido, algo bastante inusual en el, usualmente inquieto niño.

-No te preocupes Clint- Dijo aun con esa sonrisa que años atrás me desarmaba en un instante y para que negarlo, aun ahora tenía el mismo efecto- Por cierto ¿Quién es este pequeño?- Pregunto, suavizando su sonrisa y despeinando los rizos rubios de Robert.

-...- Guarde silencio un instante antes de hablar- Es mi hijo- Musite suavemente, casi en un susurro observando su expresión que cambio de alegre a sorprendida y luego a una ligeramente triste.

-Ya veo- Dijo con voz ausente- ¿Les gustaria caminar?- pregunto mientras se ponía a mi lado, poniendo una sonrisa que no alcanzaba a llegar a su ojos.

Caminamos un rato en silencio antes de que Robert se removiera inquieto en mis brazos y me pidiera ir a jugar a los columpios, lo deje en el suelo para que fuera a jugar no sin antes advertirle que no se fuera demasiado lejos, mi pequeño corrió mientras yo me sentaba en una banca desde la que podía ver perfectamente a mi hijo mientras jugaba, Bruce se sentó junto a mí, ambos guardábamos silencio hasta que, luego de unos minutos, el termino por romperlo.

-Es un niño encantador- Halgo como una forma de iniciar la conversación sin que fuera demasiado incomodo.

-Lo es, además es la luz de mis ojos- Exclame con dulzura viendo enternecido a mi pequeño subir por la escalera del resbaladero.

-Dime Clint, ¿Quién es el padre del niño?- Exclamo con voz suave, esa voz a la que nunca pude resistirme, a la que jamas negaría nada.

-...- Guarde silencio unos momentos viendo todas las opciones, luego de unos minutos finalmente conteste- Es, es complicado Bruce- Dije en un suave murmullo que apenas se escuchaba.

-Tengo tiempo -Refuto calmado observando a Robert columpiarse.

-Veras- Comencé tomando valor de donde no lo tenia, debía decirle, después de todo ya había privado, no solo a Robert de tener a su padre, también a Bruce de conocer a su hijo. -Tu, tu eres su padre -Exclame finalmente, suspirando y de nuevo, queriendo huir y evitar la conversación que se venia.

-¿Por qué no me lo dijiste nunca?- Susurro, había dolor en su voz, lo sabía, pero no solo eso, había un deje de reclamo y como siempre una calma que parecía inhumana.

-Porque usted tiene una familia preciosa, no quiero arruinar algo así profesor, no podría- Rebatí hablando con toda la verdad de la que era capaz en aquel momento.

-Oh Clint- Musito en un lamento mientras se giraba a mí y me abrazaba estrechamente hundiendo su cabeza en mi hombro, yo solo atine a corresponder su abrazo consolándolo cuando su lamento se convirtió en un suave sollozo- Hace años que no tengo una familia hermosa- Se lamento con una triste risa- Me divorcie hace años, unas semanas después de que te fueras, de echo, mis hijos -Musito, como si estuviera viendo sus rostros en su mente- ellos viven con Betty, tienen mucho tiempo de haberse mudado lejos, no puedo verlos mucho, a penas y es posible durante las vacaciones, ella y yo, no estamos en los mejores términos- Su voz sonaba triste, mas que eso, sonaba un poco perdida y sus ojos se encontraban brillantes por las lagrimas que los llenaban.

Lo abrace con cuidado y lo deje desahogarse hasta que estuvo bien, luego se separó de mí, me miro a los ojos y luego de observar mi rostro por un momento, me tomo de las mejillas para luego besarme como hacía años no lo hacía,no quise detenerlo, por años espere este momento y en aquel parque nos besamos por largos minutos hasta que el aire nos hizo separamos, el me observo a los ojos y tomo mis manos entre las suyas dándoles un leve apretón.

-Clint... Te amo, quiero que lo sepas, debí habértelo dicho hace años, pero quiero que lo sepas ahora y también quiero que sepas que quiero formar parte de tu vida y de la vida de nuestro hijo- Dijo suavemente, esperando mi respuesta y mirándome con esos marrones ojos soñadores que siempre había tenido.

Ademas de el día en que Robert había nacido, nada me había hecho mas feliz que escuchar esas palabras; lo abrace por el cuello y le repetí cientos de afirmaciones al oído, sus manos se entrelazaron en mi cintura haciendo nuestros cuerpos chocar entre ellos. Estuvimos abrazados varios minutos hasta que mi pequeño, nuestro pequeño Robert se acercó hasta nosotros, sus ojitos se veían curiosos al verme abrazado a un hombre, que el consideraba, un extraño con el que había chocado, al verlo ahí lo tome de debajo de sus brazos para poder alzarlo y lo senté en la banca en medio de nosotros dos, le indique que fijara su atención hacia Bruce y los presente a ambos.

-Mira Robert- Dije acariciando los hombros de mi hijo- Él es Bruce, Robert Bruce Banner, ¿Recuerdas que te hable de él, cariño?- Pregunte mirando a mi hijo.

El pequeño guardo silencio un momento, como tratando de recordar y parecio hacerlo cuando una brillante sonrisa aprecio en su infantil carita -Si lo recuerdo papi, dijiste que él era mi otro papá ¿Verdad?- Dijo Robert viéndome como para comprobar que lo que decia era correcto.

-Así es cariño, él es tu otro padre, él quiere conocerte- Dije, observando como mi niño le estiraba la mano a Bruce, quien apretó su manita.

-¿Cuál es tu nombre completo Robert?- Pregunto Bruce con dulzura ante aquello dicho por su hijo-

-Robert Francis Barton- Dijo, recitando su nombre como en el pre escolar le enseñaban.

Robert era muy inteligente para ser pequeño, el entendía fácilmente muchas cosas, por lo tanto al poco tiempo de que comenzó a ir al pre escolar y a notar a los diferentes niños de su clase, ellos eran recogidos por sus dos padres en cualquiera de sus variantes, así que comenzó a hacer preguntas sobre su otro padre, no planeaba mentirle a mi hijo, después de todo, su padre era un hombre bueno así que le hable del hombre al que amo como lo que es, una gran persona, intente explicarle el por qué no estaba con nosotros, sin embargo termine prometiéndole que algún día lo conocería.

Ambos hablaban compartiendo ideas sobre todo lo que se podía, Robert le hacía preguntas y Bruce las respondía de la manera más sencilla que podía, pasaron horas hablando y yo solo observando, cuando me di cuenta ya pasaban de las siete por lo que disculpándome con Bruce tome la mano de Robert y acompañados por quien había sido mi profesor nos encaminamos al apartamento que había alquilado días antes de que nos mudáramos.

Estoy seguro que tal vez las cosas no serán perfectas, sin embargo, ahora no solo tengo a la luz de mis ojos haciéndome compañía, sino también al hombre del que me enamore años atrás, de aquel por el cual me fui lejos, del hombre que me dejo un pedacito suyo sin saberlo, ahora, probablemente habrá problemas, pero también habrá momentos maravillosos, bien lo dicen nadie elige de quien enamorarse y yo tampoco lo hice, después de todo, yo me enamore de mi profesor de ciencias de la universidad pero más que eso me enamore de "Casi el hombre perfecto"...

CASI EL HOMBRE PERFECTO (Hulkeye)Where stories live. Discover now