Cuando uno va creciendo los recuerdos se vuelven difusos, lo único que queda son estelas de escenas con un poder emocional que sólo el más virtuoso de los artistas podría plasmar en una obra semejante.
En ello queda el perfume de lo que sentimos -bueno o malo-, es como aquella prenda maternal que lograríamos identificar por su esencia y aroma; Aquel olor tan reconfortante, el incienso de la seguridad y el amor, "el olor a mamá" que se arraiga a lo más profundo de nuestro subconsciente.
Son los recuerdos el único medio por el cual el pasado cobra valor más que coherencia, donde toma más vida que existencia. Vivir es como volar, volar no sería tan majestuoso si no pudiésemos contemplar la magia del vuelo desde el suelo o si volando no observásemos el suelo siendo conscientes... Y queda así, simplemente conscientes.
Los años pasan, el tiempo demuestra cada segundo ser menos benevolente, la vida más injusta y sin embargo aquí estamos. Somos seres del recuerdo, seres que suelen pensar que "Todo pasado fue mejor" y se aferran a la nostalgia.
Nostalgia... Que linda palabra. ¿No?
Tengo el 100% de seguridad de que no es una palabra bonita porque sepamos lo que significa, porque sea perfectamente legible, sino porque sabemos qué se siente... A eso voy con los recuerdos.
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Héroes de la infancia
PoetryUna reflexión personal a la idealización de los padres, un agradecimiento y el deseo de consciencia sobre que ser perfecto no es una necesidad.
