Marinette: Hola ¿qué desea?
El chico le sonrió, se acercó coqueto a ella y le acarició la mejilla con sus dedos.
¿?: Vine a buscar galletas pero creó que encontré algo mucho mejor.
La azabache lo pensó un rato y luego sonrió.
Marinette: Ya entendí, ¿nesecita ir al baño?
¿?: ¡No! Te necesito a ti princesa.
Acercó su rostro al de la chica la cual seguía sin entender de que hablaba pero la señora Dupain Cheng volvió y lo apuntó con una lanza que sacó de quien sabe donde.
Sabina: Por favor estimado cliente, manos fuera del mostrador o podría perder la cosita con la que reproduce a la especie.
El chico trago duro y se alejó un poco mientras la señora lo seguía mirando con una sonrisa espeluznante y Marinette seguía sin entender que pasaba.
Marinette: Mamá, no creo que debas amenazar a un cliente.
La azabache la intento calmar sin éxito.
Sabina: Nadie arruinara mi Adrinette.
Marinette: ¿Adrinette?
Sabina: Algún día lo sabrás, algún día.
El ojiverde tosio falsamente para recuperar la atención.
¿?: Discúlpe mi atrevimiento pero es que su hermana es muy hermosa. Por cierto, mí nombre es Leandro.
La mujer bajo el arma y le sonrió con un pequeño sonrojo.
Sabina: No soy su hermana, soy su madre.
Leandro: Un placer.
Le dio un besó en la mano como todo un caballero y Marinette seguía sin entender nada.
Marinette: Yo ya me perdí.
Leandro: Y yo te encontré.
Le guiñeo el ojo y la chica lo entiendo todo.
Marinette: Así que eres un vendedor puerta a puerta. ¿Qué vendes?
Sabina: Me disculpo, cuando era pequeña su padre se tropezó de las escaleras con ella.
Marinette: ¡Ey!
El chico río y le extendió una rosa a Marinette.
Leandro: Por favor princesa, acepta está rosa como muestra de amor.
La azabache iba a tomar la rosa pero la puerta se abrió y entro un muy enojado Adrien con su cabello y parte de su ropa blanca... ¿popo?
Adrien: Oyeme bien Marinette, si tomas ésa rosa no te volveré a dirigir la palabra y tú...
Se acercó a Leandro y le agarró del cuello de su camisa.
Adrien: Nunca jamás vuelvas a llamar princesa a mí princesa ¿Quedó claro?
La madre de Marinette se emocionó al oir éso.
Sabina: O rayos, ¡Tom, trae la cámara, habrá Adrinette!
Leandro: Calma chico popo de pájaro ¿qué acaso eres su novio?
Adrien se sonrojo, miró a Marinette la cual no entendía que pasaba, a los padres de Marinette que grababan todo con una cámara y luego al chico que sonreía victorioso.
Adrien: Y-yo... soy...
Los nervios lo estaban por matar. No sabía que hacer.
Adrien: Soy como su hermano.
أنت تقرأ
Miraculous: Abriendo los ojos.
قصص الهواةAdrien y Marinette empezarán a abrir los ojos con respecto a lo que sienten mientras que de por medio deberán enfrentarse a las confusiones, las relaciones inesperadas y algunas esperandas de sus amigos, los akumas, sus vidas como estudiantes, sus k...