Mi historia con el Bullyng

Viaje sin retorno

En mi infancia, antes de entrar a la enseñanza media conocí un par de veces la agresión escolar, el bullying y esas horribles emociones que se expresan en el alma cuando alguien se burla de ti, pero jamás estuvieron al nivel de las que viví cuando entre a las ultimas etapas escolares.

Tengo recuerdos de pequeño, como alguna vez fuimos a correr en educación fisica a una plaza cercana, la regadera del pasto lanzaba agua, yo me acerqué a beber y llego este desgraciado qué me empujo y me mojé totalmente, tan solo reaccioné a empujarlo yo también, ibamos a pelear pero los profesores intervinieron, pero lamentablemente jamás acabó eso ahi, habian veces en que jugaba con mis compañeros y se ganaba detrás mio a lanzarme una goma en la espalda, llegó un punto en que me canse y fui a retribuir mi honor, nos empujamos agresivamente y siempre llegaba alguien a detenernos, yo no quería pelear, me daba miedo, pero lo hacia de igual manera, solo queria tranquilidad y paz, pero al parecer ese bienestar social solo se consigue luego de herir a los demás.

Mi primer año de enseñanza media comenzó lleno de ilusiones, mis sueños de vencer por fin mi timidez y crecer, y ser una persona social, y conocer a otros y hacer alusión a una vida llena de experiencias y rica en personas variadas, ignoraba el tema del respeto, y como ciertos lideres escolares podian influenciar a otros para que me hicieran daño.

A este tipo lo conocí en la sala, nunca comprendí cual era su necesidad de agredirme constantemente, tanto si era de decirme insultos sobre mi madre, amenazarme de golpearme, reirse de mi, humillarme de todas las maneras y maltratarme como si fuera un puto perro que no merece tener dignidad.

Nunca se lo pregunté, tenía miedo, y sabia perfectamente que esta clase de personas no son capaces de auto-analizarse, siempre serán seres agresivos y con nula empatia, ojala hubiera tenido el valor de romperle la cara en su momento, con el tiempo me acostumbré tanto a ser agredido que ya ni ganas de pelar tenia, realmente fue algo que acepte, mi autoestima disminuia cada vez mas, un dia tranquilo donde nadie me insultara, me agrediera, me mirara amenazantemente, o me hiciera una critica hiriente y destructiva, era un dia maravilloso, un dia donde existiera respeto por mi persona era con lo que soñaba cada noche, pero jamás parecia lograrlo.

Trataba de agradar a los otros, pero mi personalidad iba en contra, veia como sociabilizaban, se juntaban en grupos, y yo caminaba por los pasillos solo, absoluta y totalmente solo, sabia que existian personas dispuestas a aceptarme, pero no podia, no me sentia a su altura, solo queria estar lejos de ahi, solo  ir, estudiar e irme a casa, no tener recreos ni periodos de sociabilizar, queria estar en paz, ¿Porque yo era asi?, ¿porque no podia simplemente hacer amigos como todos los demás?, ¿que putos problemas psicologicos puede tener una persona para sentirse como una verdadera mierda sin tener la culpa?, yo solo tenia 14 años, no podia mas.

Los psiquiatras, psicologos trataban de ayudarme, y yo siempre daba razones distintas del porque me sentia mal conmigo mismo, tanto si era por decir que fue por la falta de mi padre, algun trastorno o trauma, pero todo se resumia en una cosa, mi corazón me dolia despues de haber sido maltratado tantas veces por los demás, sin merecerlo en absoluto.

Aún recuerdo esos golpes en la cabeza, esos golpes en el estomago, en la espalda, esas patadas, esa manera de tomarme como un payaso, como el centro fragil para quitar todo su estres y ira, maltratarme como si no valiera absolutamente nada, ¿quien carajos se creian para hacerme todo lo que me hicieron?, ¿cual era su desgraciada razón para tratarme de esa manera?, ¿que mierda hice yo para merecer un destino asi?, ¿donde carajos estaba Dios para ayudarme?.

Los dias pasaban, iba en el bus, no esperaba nada más que todo acabará, seguia teniendo esperanza e inocencia, pero poco a poco la iba perdiendo, era tan pequeño, porque yo iba a merecer este tipo de trato si jamás le habia hecho nada a nadie, el mundo fue tan cruel conmigo.