El niñero de las tazas

Mas aya de lo que los ojos ven.

-Meses Después-

King Dice, descansaba sus ojos un momento, terminando de leer él papeleo que tenia del casino, algunos deudores estaban tratando de salir de la zona para que no perder sus almas, u otros simplemente pagaron la deudas dando a otras personas, cosas típicas y sin importancia para él dado o "Cubo de Maincrah" como lo había apodado Cuphead, esos niños habían llegado a Dice, de algún modo, incluso se llego a "Encariñar" con los hermanos. Movió su cabeza, ignorando ese pensamiento, y volviendo a leer los papeles, de eso, encontró una nota entre todos esos documentos, la tomo y la leyó.

"las rosas son rojas.
Las violetad azules.
Me encanta tu redondo tracero.
Pero...
Sobre todo que gimas mi nombre~

Con amor
     Diablo"

-Y lo peor...es que es lo mas romántico que me has escrito, Diablo- suspiro, mirando como una cola sobresalía del escritorio

-Te gusto y lo sabes Bebe~- Diablo tomo la barbilla de Dice y deposito un pequeño beso en sus dulces labios-Me gusta ese brillo labial, ¿es de fresas?-

-Si, me lo regalo uno de los empleados- Nombró sin interés, volviendo a ver los papeles, ignorando olimpicamente a su pareja, quien de a poco se escabulló hasta su lado, mirándolo como cachorro.

-Dice~ No me ignores así, Soy tu futuro marido~- noto que eso no hizo efecto en su amado dado- Soy tu jefe, ahora ponme atención- Uso una voz dura, a lo que Dice nuevamente no se inmuto- Bien si así lo quieres, no te hablare hasta la boda-

Dice río a lo bajo, una vez que termino con lo principal, además era tarde, y necesitaban dormir, faltaban tres días para la boda, y aunque no se notaba, Dice estaba nervioso. Miro él puchero echo por Devil, así que se acerco a él, besando su frente peluda.

-Vamos a dormir, mio amore- Dice le estiró la mano, y él diablo apenas la vio la resivio, esa encantadora sonrisa que tenía, lo enamoraba más.

-Claro, sabes, me encanta cuando me hablas asi- Tomo su mano, y apenas se levanto le robo un beso.

-Te amo Diablo- respondió una vez terminado él beso

-Yo te amo mas, Dice- Sonrió, besando su frente y caminando a su habitación, que compartían

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En la mañana, él casino abrió, y empezó a llegar la clientela, Diablo por su parte observaba mientras fumaba, como su amado estaba en una de las mesas, haciendo las apuestas, y haciendo que todo estuviese bien.

Pero algo llamo la atención del demonio, una mujer, tan hermosa como las mismas flores, tenia un cuerpo perfecto, él cabello largo de un tono marrón chocolate, que brillaba como si fueran hebras de oro obscuro, ojos de un azul tan intenso, que llamaba la atención de diablo, vestia con un vestido que dejaba mucho a la imaginación, joyas tan reales como ella, inclusive, en sus uñas la manicura era perfecta, de algún modo, tomo la atención del diablo, y este no dudó ni un minuto en bajar, dejando a un lado él anillo de compromiso.

-Buenos días- Saludo Diablo a un lado de la bella mujer, esta lo miro, con sus largas pestañas, y junto a una sonrisa de los rojos labios cual sangre fresca, eso tentó al diablo.

-Buenos días-respondio igual, su voz era dulce. Era perfecta.

-Jamas te había visto en mi casino-

-¿Su casino?he, pues, es un lugar muy elegante, me gusta-

Él diablo siguió, pidió una botella de su mejor vino, para él y la dama, pero de algo no se había percatado, una mirada llena de dolor, y sobre todo decepción se poso en ellos, King Dice no creia lo que pasaba, su jefe, coqueteando con otra, trato de restarle importancia, y seguir con su trabajo. Volvió a mirar, notando como él diablo se la llevaba a otro sitio, a uno de la zona V.I.P, este sin perder tiempo, los situó, dejando un reemplazo, sentía que era mala idea, pero debía saber, debía ver que pasaba, quisarse la duda.