Amy Rose y Shadow The Hedgehog peleaban, cómo siempre, cuando una señora se acercó a ellos y les entregó a un erizo pequeño.
Ambos se niegan a cuidarlo pero la señora desaparece, dejándolos con dudas y un erizo.
Amy no tiene corazón para dejar al pe...
— “Resolvamos esta duda de una vez por todas”— Pensó Amy decidida y nerviosa, tenía miedo de que sus sospechas fueran confirmadas.
Shadow fue con Amy y le dio a Silver, después se acercó a la recepcionista, de manera amable se dirigió a ella:
— Disculpe, vengo a un estudio con el Doctor Vector.— Comentó.
— S-Si guap- ¡joven!— Gritó la recepcionista claramente nerviosa, estaba muy sonrojada y desviaba la mirada de Shadow.
Amy se percató de eso y sintió mucha molestia, no sabía por qué le molestaba tanto la actitud de la chica ante Shadow.
— En un momento vendrá el Doctor, ¿gustas tomar asiento?— Dijo la chica moviendo su cabello en ondas, señal clara de coqueteo (según Amy).
— Gracias, que amable.— Respondió Shadow con una media sonrisa, subiendo la temperatura de la joven recepcionista.
—“Idiotas”.— Pensó Amy haciendo una mueca de descontento.
— ¡Disculpa! ¿Podrías darme tu nombre?— Habló la chica.
— Ah claro, Shadow The Hedgehog.— Respondió con seriedad, Shadow ya había notado la atracción de la chica hacia él.
— Yo soy Mina Mongoose, es un placer Shad.— Respondió Mina muy feliz.
Esa fue la gota que derramó el vaso para Amy. Sólo ella lo había llamado “Shad” y fue por la confianza que se tenían, ¿quién se creía “Mina” que era?
Amy ardía en coraje, hasta que se le ocurrió una grandiosa idea.
— Shad, cariño, ¿el doctor va a tardar mucho?— Preguntó Amy sonando lo más cariñosa posible, y dándo cierto énfasis en el apodo.
— Ah... No, creo que no.— Respondió el azabache extrañado, era raro que lo llamara de esas dos formas.
— Eso espero, oye cariño.— Dijo otra vez la eriza.
— ¿Qué pasa, Rose?— Preguntó Shadow fastidiado, realmente no quería que ella lo llamara de esa forma y mucho menos frente a Mina.
— ¿Puedes acercarte?— Pidió Amy.
Mina miraba atenta y enfadada, ¿qué diablos le pasaba a la eriza rosada? Realmente había perdido la cabeza.
Shadow, por su parte, se acercó a la altura de Amy y Amy...
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— ¿Ustedes son los padres de Silver The Hedgehog?— Preguntó un cocodrilo entrando a la sala.
— ¡Si, nosotros somos los padres de este precioso erizo, igual a su padre!— Dijo Amy coqueta, Shadow estaba en shock y Mina estaba como alma que lleva el diablo.
— Síganme, por favor.— Indicó el cocodrilo.
Amy tomó la mano de Shadow y caminó siguiendo al doctor, ignorando por completo aquella mirada asesina de Mina.
