Stupid Cute Boy //JOSHLER

9;

Narra Tyler:

Bueno, no es que mi mamá sea una sádica, bueno, en realidad un poco si, es una mujer realmente complicada.
Desde que era pequeño que se encargaba de traumatizarme y hacerme infeliz.

Muchos recuerdos de castigos y retos vienen a mi mente. El miedo y nerviosismo aumenta a medida que me voy acercando al auto.

Ya llegué y quiero correr muy lejos y desaparecer pero no puedo o ella me encontraría y el castigo sería diez veces peor.

Estoy a lado de la puerta, la abro y entro. Ella ahora me mira sonriente, me da miedo.

—Hola, cielo—me aterroriza que se comporte cariñosa conmigo, ella no es así.

—H-Hola, mamita—digo intentando poner la sonrisa más tierna y adorable que alguien pudo ver en el maldito mundo.

—¿Sabes, cariño? Hoy tu escuela me llamó para darme una noticia que me sorprendió un poco—ahora estamos avanzando. Sé que hace todo a propósito, ella no puede decirme "cielo" por creatividad y voluntad propia.

—Oh ¿en s-serio?—ella asintió con "emoción" y una gran sonrisa. sé a lo qué se refiere pero ¿por qué no seguirle el juego?

—¡si! ¿Quieres saber que me dijeron?—una vez leí que este tipo de actitudes tomaban los asesinos antes de matar a sus víctimas.

Asentí esperando lo que se viene con mis ojos cerrados y apretados a más no poder.

—pues te lo diré. Me dijeron que cierto caballero nuevamente fue suspendido.

—oh mira qué casualidad.

—si es muy gracioso porque su madre estaba furiosa porque su hijo estaba en riesgo de ser expulsado de su escuela—dijo en un tono divertido para después reír como una histérica a mi parecer.

—¿y qué hizo su m-madre?—eso, señores, fue como firmar una carta de suicidio y asomarse por la ventana de un edificio.

—eso ahora lo averiguaremos cielo. ¿Quieres ir por un helado? 

¿Qué? ¿Que le digo? ¿Es una prueba? Quizás sea el último y esa bestia si tiene compactación. Aunque puede que sea una táctica para torturarme.

—no, mejor que no—dije lo más tranquilo posible

—¿seguro? Nunca sabemos cuándo será el último de tu vida, Tyler—me acaricia el cabello

—no me interesaría si fuera el último helado de mi existencia, no quiero.

—esta bien, vamos a casa entonces.

El resto del camino fue silencioso por lo que saqué mis audífonos y me puse a disfrutar las melodías que salían de estos. Sabía que cuando llegáramos a casa me esperaría algo macabro.

—llegamos, baja del auto—lo dice indiferente

Bajo del auto con mis cosas y entro a mi casa.

¡Ay no! Qué horrible, qué horrible ¡Me cago en la puta madre!

—¡¿Dónde demonios quedó el televisor y mi play station?!

Grité con tanta ira que tiré la mochila al sillón y este se corrió un poco hacia atrás, pero no me interesa.

—Aparecerán cuando puedas comportarte y ser respetuoso, Tyler—detesto la calma con la que me lo dice.

—¡Oh no! ¡esto es injusto!—escucho la voz de mi hermano bajando por la escalera—¡¿Por qué tengo que pagar yo también por sus cagadas?!