The Alphas [The Clan #2]

Capítulo 11

Emma

El sonido de la tijera cortando mi cabello es tortuoso, con cada mechón que cae hacia mis pies siento que una vieja parte de mi se desvanece.

La vieja Emma está muriendo, y eso me aterra.

-¿Seguro lo estás haciendo bien?- pregunto ansiosa intentando llevar las manos a mi cabello para calcular qué tan corto está, pero Jane las retira de inmediato con un golpe.

-Confía, sé lo que hago.- responde ella con voz profesional.
Trago saliva, nerviosa al no saber cómo luzco en este momento.

-No entiendo por qué esto es necesario.- Comento observando con terror toda la masacre de cabellos qué hay en el suelo.

-De esta reunión dependen cinco años de nuestra supervivencia.- Explica mi amiga con voz temblorosa y me doy cuenta de que en esta sala no soy la única nerviosa.- Si mañana el resto de líderes te ven como una posible aliada o como un nuevo problema marcará nuestro destino.

Noto que sus manos tiemblan y deja de cortar mi cabello por unos segundos.- Parte de esa impresión depende de tu apariencia, debes verte sabia y fuerte para no terminar el año con lobos infiltrados en Pratum.

-¿Con cabello largo no me veía sabia y fuerte?- pregunto frunciendo el ceño.

- Te veías demasiado joven.- Responde ella.
Muerdo el interior de mi mejilla.

Ahora todo depende de mi. Todo un clan está en las manos de un pequeño lobo blanco que está perdido en este nuevo mundo.

-No sé cómo hacerlo.- confieso con el corazón hecho puño.

-¿Hacer qué?- pregunta Jane distraída por el juego de sus tijeras en mi cabello, lleva la misma expresión divertida de un niño recortando figuritas de papel.

-Impresionarlos. No sé cómo hacerlo.- Balbuceo y de repente todo mi cuerpo tiembla junto con mi voz.- Soy un lobo pequeño y...

- No pienses así.- Me interrumpe Jane manos de tijera.-Impresiónalos tal y como los has hecho con cada miembro de este clan.- Me da una palmada en el hombro.

Aprieto los labios.
¿Qué tal si impresionarlos no es suficiente para mantenernos a salvo?

Estiro mis brazos hasta alcanzar el maltratado sobre amarillo que descansa en una mesita a pocos centímetros de mi. Lo abro y en mis manos caen los dos objetos.
Después de encontrarlo Damian y yo pasamos varios minutos intentando descifrarlo:

La nota avisa la fecha del encuentro. Cada cinco años los clanes hacen una reunión de líderes. Es el único día en el que hay paz para todos los lobos y depende de cada líder mantenerla el mayor tiempo posible en sus territorios. En la reunión se recuerdan las reglas vitales de nuestro mundo y se hablan de los asuntos importantes que han estado pasando en nuestros clanes.

La flor de lavanda está vinculada con el lugar de encuentro, el cual nunca puede llevarse a cabo en ningún territorio de lobos.

Tomo la pequeña flor y la acerco a mi nariz, cosquilleando mi piel con los delgados pétalos púrpura, cierro los ojos.

- Listo.- Me avisa Jane con alegría y lentamente vuelvo a abrirlos. 
Llena de ánimo mi amiga me pasa un pequeño espejo, lo recibo con las manos temblorosas y lo acerco a mi rostro lo más lento que puedo, intentando permanecer como la vieja Emma que tanto conozco por unos segundos más.

Una vez que lo tengo frente a mí, observando fijamente mis ojos verdes a través del reflejo, siento lo ligera que mi cabeza está ahora.

Mi cabello es corto, demasiado. Los platinados mechones apenas logran rozar mis hombros pero todo esto para mi sorpresa llega a gustarme. Sonrío emocionada y escucho a Jane dar un suspiro de alivio.