Capítulo 14

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Elizabeth salió del despachó de su padre para encontrarse a un pequeño niño, vestido de blanco, con un casco en la mano y una espada delgada en la otro mano.

- vengo a cobrarte mi clase de esgrima - Dylan se cruzó de brazos haciendo que el casco callera - ignora eso.

- esta bien, te lo debo, solo deja ir por... - Dylan le tiro un traje blanco, un casco y una espada.

- ya lo traje.

- bien - Elizabeth se puso el traje sobre la ropa, tomo la espada y el casco - vamos.

Los dos salieron del castillo y fueron al jardín principal.

- ponte tu casco - le dijo la rubia mientras se ponía el casco al igual que el niño.

Elizabeth le enseñaba lo que ella sabía, tardaron unas cuantas horas hasta que pudieron iniciar una pelea algo fácil, ya que ella de dejaba ganar por su hermano.

- ¡gane! - Dylan toco con la punta de la delgada espada el pecho de su hermana mientras se quitaba el casco.

- vas mejorando - Elizabeth rio mientras se quitaba el casco - pero, ya llegará el día en que te ganare - le apuntó con la espada.

- bien jugado Dylan - los dos chicos voltearon y vieron a Ben parado cerca de ellos.

- ¿cuanto tiempo llevas ahí?.

- un buen rato, en realidad, lo suficiente para ver que eres buena - Elizabeth sonrió - pero no tanto - Dylan río al ver la cara de indignación de su hermana - oh por favor, no pongas esa cara.

- ¿quieres una batalla rey presumido?.

- me encantaría reina, pero como verá no tengo la ropa apropiada - se señaló a si mismo.

- eso no importa, si le pasa algo yo me encargo de arreglarla.

- no sería justo, tu traes la ropa apropiada, no tengo casco y tu si - Elizabeth lanzo el casco y se quito la ropa de esgrima.

- ¿feliz? - Ben sólo sonrio de lado - Dylan prestale tu espada - Dylan le dio la espada y se alejó mientras su hermana y el rey se ponían en pose de ataque, por así llamarla.

- debo grabar esto - Dylan salió corriendo en busca de su cámara.

Elizabeth trato de atacar primero pero el rey la esquivó, este le dio un golpe para nada fuerte con la espada o sable en la espalda baja de la chica, mientras reía.

- ¡oye! - se quejo la chica.

- lo siento - la chica trato de levantar la ceja, no pudo, pero al menos parecía enojada - bueno tal vez no.

- idiota - susurró Elizabeth y atacó.

Los dos sables chocaron, Ben dio un giro a la derecha y estiro su brazo con intención de volver a darle un golpe como el anterior a la chica, pero no midió bien y el sable terminó chocando con el trasero de la rubia.

- ¡Benjamín! - Ben sonrió al recordar como ella lo llamaba así cuando se enojaba con el. Aunque su sonrisa se ancho mas cuando recordo que el nunca le dijo su nombre completo.

El sabía perfectamente, o mas bien intuía, que Elizabeth era Mal.

- yo nunca te dije mi nombre, ¿como lo sabes ojitos verdes? - preguntó Ben usando ese apodo intencionalmente.

Esas ultimas palabras hicieron que una imagen pasara por la mente de Elizabeth.

- ojitos verdes - la pelimorada río al oír el apodo - se que eres tu - quitó sus manos.

- ¿como lo sabes?.

- no es difícil saberlo...

Esa voz, sabía que una era de ella, pero la otra se le hacía tan familiar.

- ¿ojitos verdes?.

- ¿que? - preguntó Elizabeth saliendo de sus pensamientos.

- te decía si querías seguir o aceptas que yo soy mejor.

- ni en tus sueños, te voy a ganar.

- sigamos entonces pequeña rubia.

Elizabeth atacó primero, los dos sables chocaron un y otra vez, cuando se veía a uno cerca de perder, lograba recuperarse.

Parecía una batalla sin fin, hasta que Elizabeth retrocedía por el impulso que daba Ben mientras trataba de tirar la espada de ella con su espada.
En una de esas Elizabeth piso mal y cayo al césped, Ben sonrió y se acercó, toco con la punta del sable el pecho de la chica, en señal de victoria.

- ¿que era lo que decías? - le extendió la mano para que la chica se levantara, ella la tomó pero lo jalo haciendo que el cayera.

Ella no lo había planeado así, no había planeado en como caería.
El cayo sobre ella, no la aplasto por que logro detenerse con sus manos, quedando el sobre ella de modo de que si alguien los viera, podrían mal pensarlo.

- fue suerte - susurró ella algo nerviosa mientras lo miraba fijamente a los ojos.

- di lo que quieras, pero ambos sabemos que yo soy mejor - podían haber sido palabras burlonas, pero la manera en que las dijo, sonaba todo lo contrario - además yo tengo mas experiencia que tu - le sonrió pero su sonrisa se esfumó cuando su vista bajo a los labios de la chica.

Claramente ponía algo nerviosa a Elizabeth que el mirara sus labios, cosa que causo accidentalmente que ella también mirara los de el.

El castaño subió su vista a los ojos de ella y vio que ella también miraba sus labios.

- Ben...- fue callada cuando los labios del chico chocaron con los suyos.

Descendientes 2: No todo ha terminadoOnde histórias criam vida. Descubra agora