Las ultimas alboradas

Prologo

Habia solamente vació y una negrura que cubría todo lo que habia a la vista , un silencio espectral dominaba la zona fantasmal, ademas de que no había ninguna señal de luz a lo lejos ni mucho menos de algo tangible, solamente la oscuridad y el vació, pero a pesar de que todo fuera sombrío y algo tranquilo un ser de luz poseía un interior que resplandecía como miles de faroles amarillos en una noche tenebrosa, una luz blanca y pura que emergía desde los interiores de aquel has de luz que simplemente avanzaba como podía.

No tenia a donde ir y no supo de donde venia, simplemente estaba ahí para seguir avanzando y no parar por el resto de su existencia, la "luz" no sabia con exactitud el tiempo que llevaba en aquella situación, lo único que recordaba era un pasado demasiado borroso y lejano en el cual gigantes de oscuridad destruían universos extensos y llenos de vida, eran imágenes que apenas si podía entender por tanto tiempo que había transcurrido, pero aun así simplemente seguía su antiguo instinto de supervivencia al igual que un viejo presentimiento de que algo grande estaba ante sus ojos.

La luz pensó por unos instantes mientras avanzaba a gran velocidad "¿Porque sigo recorriendo este vacío mortal que me rodea si al fin de cuentas no voy a llegar a ningún lado? Toda mi existencia me la he pasado vagando sin ningún rumbo a donde ir, no he visto nada mas interesante mas que este maldito color negro acompañado del silencio eterno."-

Miles y miles de kms es lo que la luz había hecho desde hace millares de años atrás, sus orígenes datan desde cuando las grandes luces blancas emergieron del espacio profundo para hacerle cara a la oscuridad misma, estrellas, soles e incluso los Titanes enfrentaron con todo lo que disponían al señor amo de todo el mal cósmico, es una lejana historia que se contara en su debido tiempo, por lo que actualmente son mitos o leyendas lo que sucedió hace muchísimo tiempo atrás.

La luz iba tan enfrascada en sus pensamientos existencialistas hasta que impacto en seco con una superficie plana y que reflejaba el espacio oscuro, la luz quedo pasmada por unos momentos hasta que decidió analizar más a detalle lo que había enfrente suyo, rodeo aquel espejo gigante, se pudo ver por primera vez en su existencia su imagen brillante a través de un espejo, se dijo a si mismo que era bello y reluciente como toda una estrella, se acercó un poco más al espejo y al tocarlo sintió una oleada de frio y una nostalgia hacia su pasado, de inmediato retiro sus llamas blancas y noto que una presencia cercana estaba en el lugar, se volteo y simplemente veía el color negro infinito, miro hacia todos lados pero no pudo ver nada en aquel lugar olvidado, pero pese a sus esfuerzos por comprender si algo o alguien lo observaban unos ojos naranjas aparecieron del vacío abismal.

La luz quedo sobresaltada ante dicho acto extraño, algunas llamas tocaban la superficie reflectante del espejo, pronto volvió a sentir la oleada de frio y nostalgia, mientras los ojos naranjas se acercaban poco a poco a la luz, eran gigantes y tenían pupilas de color café oscuro, brillaron ante el resplandor de la luz y al fin habían llegado a donde estaba el origen de tanta belleza, de tanta pureza y de unas llamas ligeras.

La luz pensó en escapar y alejarse lo mas distante de aquellos ojos naranjas, pero algo dentro de si mismo no le permitia salir volando del lugar, algo dentro de si misma la llamaba, no la dejaba escapar libremente de ahí ni mucho menos le permitia moverse a voluntad, los ojos gigantes la vieron, sintió que una oleada de terror y miedo viajaba a lo largo de su cuerpo destellante ante la presencia de tales ojos de fuego decrepito.

Del vacio abismal una voz ronca y desgastada le hablo a la luz:

-"Hijo de las alboreadas antiguas y de los crepúsculos vírgenes, yo The Black One te he visto llegar hasta un universo corrompido por aquella magia bondadosa, mis ojos que todo lo ven y mi conciencia que todo lo sabe te ha escojido para encomendar mi palabra en este atroz universo"-