Vivir para amar.

Parte 1

Él un joven aparentemente normal quería llevar su vida como tal. Terminar sus estudios. Trabajar para comer y cometer locuras con sus amigos. Tantas cosas por hacer y probar, porque ni siquiera ha dado su primer beso.

Pero aunque ahora mismo este viviendo a base de medicinas no se deja vencer. Tal vez pierda la guerra, eso lo sabe, pero luchara hasta el final. Con ello en mente hizo una lista.

Cosas por hacer antes de morir...

Sentado en una banca con las mejillas sonrosadas por el frio escribe con emoción. Justo al terminar, la hoja vuela por culpa del viento y por suerte es atrapada entre los dedos de un dibujante. Chuuya Nakahara.

Llevaba tiempo observando al joven albino. Ahora que sabía que era lo que escribía Atsushi ya puede ponerle nombre al dibujo que hizo de él.

- Enamorarse lleva tiempo... Atsushi. Y mucho no te queda...-dijo mientras le devolvía su hoja de papel.

Literal, su esperanza de vida se apagara pronto. Todos ya lo saben y seguro están en casa lamentándose por el albino. Todo lo contrario al más afectado, él sonriendo y con entusiasmo de cumplir con su lista antes de tiempo. Chuuya le devuelve la sonrisa.

-Creo en el amor a primera vista...-murmura riendo bajito.

-Por eso estas aquí... esperas ver un bello rostro.-dijo realmente comprensivo. El también creía en el amor a primera vista. Él así se enamoró.

-Pero solo apareciste tú...-dijo con un suspiro fingiendo lamento.

-Pero si soy una obra de arte-dijo siguiéndole el juego.

Al cabo de las risas Chuuya hizo una proposición.

-Te ayudare a cumplir tus deseos...-

-Como...-pregunto Atsushi con emoción.

Locuras con amigos. Ya sea que hagan bromas a gente desconocida o comentan un delito menor. El pelirrojo lo acompañara en las represalias también. Trabajar. Atsushi quiere ganar dinero por cuenta propia. Aun es estudiante y eso le da pocas posibilidades de que le den empleo.

-Porque no bebemos una cerveza mientras me ayudas a ordenar mi estudio... te pagare...-sugirió con ello abarcando dos de tres deseos.

Chuuya es un gran artista. Sus dibujos son algo por lo cual la gente paga muy bien. Ser su asistente sería un buen empleo. Es su amigo también, emborracharse juntos y quizás romper algunas cosas sería una locura total.

Solo quedaría una cosa por completar. Enamorarse. El pelirrojo... ¿le ayudara a encontrar a alguien a quien amar? Pero si el mismo no ha encontrado a alguien. Incluso pensó en las personas más cercanas a él.

Kyoka, su mejor amiga y una hermana para Atsushi, jamás la vio con otros ojos. Lo mismo siente por Dazai Osamu. Se acostumbró a que lo trate como su hermanito menor y así quiere a ese loco suicida. No olvida cuando descubrió los resultados de los exámenes médicos de Atsushi. En una broma de mal gusto el castaño le propuso suicidio doble.

Atsushi le hizo prometer que no lo usaría como excusa para suicidarse. Porque en esa broma tembló al ver un poco de verdad.

Y Akutagawa, su otro amigo más cercano dice todo el tiempo odiarlo. Una rivalidad sana que han decidido dar tregua a principios del fin. Porque incluso él no parara de llorarle hasta olvidarlo.

-A quien puedo amar...-dijo en voz alta lo que pensaba en su cabeza.

-Amame a mi...-con calma pidió. Por dentro le suplico.