PARTE 8: ¡QUÉ CAGADA!

458 25 0
                                    

Ese sábado por la noche, festejábamos el cumpleaños de Halex, un niñito hiperpolíglota que hablaba cincuenta y dos idiomas a la perfección. Lo conocí en un campamento de la Comunidad Juvenil Cristiana, hace alrededor de seis meses. Cuando salíamos de pesca, Halex siempre me comentaba que tenía una hermana mayor, al parecer, muy bonita; pero, eso sí, ¡increíblemente huraña!

Tras acicalarme y peinar mi espumosa cabellera zanahoria, partí sin demora rumbo al festejo. Me había escabullido a escondidas y nadie, pero nadie, sabía que me iba de parranda.

Por eso, no sé si fue un castigo divino o qué carajo. Recuerdo que algunas horas antes, mi madre me había pedido por favor que me hiciera cargo de mi hermanito menor... Aunque supuse que entendería mis razones.

No alcancé a abordar mi Ferrari magenta cuando, inesperadamente, un revuelto de hierba y mierda estalló como un cósmico bombazo de bazofia en mi ojo izquierdo salpicando, además, mi esmoquin color caqui. Limpié mi ojo con un pañuelito. Acto seguido, olfateé la nauseabunda sustancia... ¡mierda!

— ¡Condenada paloma! ¡Me la vas a pagar!— estallé.

De inmediato, se largó a llover torrencialmente.

Conclusión: ese sábado, jamás llegué a la fiesta.

¡Qué cagada!

"LA GORDITA DE MIS SUEÑOS": )(VERSIÓN CORREGIDA)#WATTYS2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora