27

2.4K 121 4
                                    

Íbamos caminando hacia el campo de lacrosse con Scott y Liam, ambos me habían pedido que vaya más temprano con ellos para ayudarlos a practicar un rato.

Lo que nos sorprendió, es que habían muchas camionetas de comunicación.

Más lejos veo al equipo de Devenford bajar de su autobús. Todos ya vestidos y con sus sticks en las manos.

~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°°~°~°~°~°~°~°
-Mason sabes tu parte.-dijo Scott
-Corey y yo entramos en el autobús de Devenford por sus zapatos.-dijo.
-saco las camionetas de TV-siguió Malia.
-justo antes del silbido, el entrenador cancela.
-nosotros buscamos a un hombre de talla 10 con su suela sangrienta.
-solo por curiosidad. Y si no funciona?-dijo Malia. -si tenemos que enfrentar a esa cosa? Detesto traer malos recuerdos, pero Scott y Zaria aún no sanan de las heridas de la superluna.
-yo ya estoy bien.-dije sonriendo.
-Scott también.-dijo Kira.
-tiene razón.-nos mostró su abdomen-al sacar a Lydia de la residencia Eichen, me sane. Y sé que Zaria también.

Asentí.
-cuando estuvimos todos juntos de nuevo.-dije sonriendo.-cuando volvimos a estar en manada.
-la Bestia no tiene manada.
-no como nosotros.-dijo Scott.-podemos hacerlo, nadie morirá esta noche.

~°~°~°~°~°~°~°~°°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~
Me senté en las gradas junto a Lori, que me sonrió. Debíamos vigilarlas.

Miré a Brett que me miraba sonriendo. Le lancé un beso y desvíe la mirada al escuchar.
-entrenador, creo que es hora de cancelar el partido. -dijo Stiles al entrenador Finstock.
-Stilinski. Jamás he cancelado un partido, y jamás lo haré. Entra al campo.

Miré a Scott preocupada.

Todos los jugadores entraron al campo.

Ambas nos levantamos y comenzamos a caminar, buscando al hombre de talla 10 con la suela ensangrentada.

Escuché un uuuu. Y me giré al campo, al mismo tiempo que ví a Kira golpear con el palo a Brett en la cara. Y luego ser echada.

Me fui acercando y reí al ver a Brett desorientado.
-una chica te dejo en el piso Talbot, que te sucede?-dije para que me escuche.
-no te rías niña.

Reí al mismo tiempo que él y me giré a Lori, que no estaba más.

-y Lori?
-no lo sé...-dije desconcertada.
-por favor, no la pierdas de vista, no sabemos si la bestia aparecerá.
-allá voy.
-y, Zaria?... Cuídate.

Así que fui detrás de ella, dónde olía su aroma.

Entré a la escuela y comencé a oír gritos. Fui al vestuario de mujeres y ambas chicas, Kira y Lori estaban peleando.
-Kira!-grité, pero no me respondió.

Me armé y tome mucho aire.
-KIRA!-grité lo más fuerte que podía.

Ella se giró, y sus ojos brillaron, no era ella, era el zorro.
-maldito zorro.

Comenzamos a pelear, debía darle tiempo a Lori para recuperarse.

No sé de dónde sacó un palo y me golpeó en la nariz.
Ahí fue donde me enojé. Sentí que mis ojos cambiaron, igual que mí cabello, y sentía la magia picar en las palmas de mí mano.

Grité y me abalancé sobre ella.

Ambas rodamos fuera de allí y yo terminé en el piso, y al rato también Scott.

Ví a Lori detrás, y le indique con la mirada que se quede allí.
Scott se levantó y empujó a Kira contra la pared, alrededor de la Kitsune apareció un aura de fuego, al mismo tiempo que sus ojos brillaban.
-Kira!-gritó Scott.

Y así pareció volver en si.

Sentí algo en mi nariz y puse mí mano, para descubrir que me sangraba, y también al costado de la ceja.

Kira nos miró asustada.
-Dios, que hice?

Ví a Lori que tenía el labio partido, y también le sangraba.

Comenzamos a escuchar gritos, y gente pasaba corriendo por los pasillos.

Lori salió, pero Scott la hizo entrar, y cerró la puerta delante.

Algo pasó por delante, algo negro.

Scott abrió la puerta y en frente de en frente estaban marcadas perfectamente unas garras gigantes, las de la Bestia.

Scott fue detrás de ella y yo me quedé con Lori.
-Zaria, debemos buscar a Brett.
-lo sé. Pero debes quedarte conmigo, no voy a permitir que te vayas. Brett nunca me perdonaría si te sucediese algo.
-Zaria, ya me has salvado la vida una vez...-empezó ella.
-y puedo hacerlo mas veces.-dije sonriendo.
-pero no es necesario...
-claro que si. Brett te necesita, te ama, y eres lo único que le queda, igual que él para ti. No puedo dejar que te suceda algo, no soportaría verlo mal.
-Zaria... No soy lo único que le queda, si me llega a pasar algo, estarás tú. Y estoy segura que contigo a su lado, él va a superarme.

Le sonreí y la abracé. Luego me separé.
-quedate aquí.
-que?...
-ire a buscarlo.
-voy contigo.
-no. Quédate, por favor.
-Zaria, voy a ir contigo, quieras o no.

Rode los ojos. Con mí magia hice que queden pegados sus pies en el suelo unos segundos.

Salí del aula y tranqué la puerta, con los gritos de la chica detrás de ella. y me dirigi al campo de lacrosse. Que estaba completamente solitario, no había nadie.

Escuché un rugido detrás mío y me giré al tiempo que veía unos ojos azules, y un cuerpo negro tan intenso como el petróleo.

Ví sus garras y su tamaño, no tendría oportunidad contra ella. Se abalanzó sobre mí y yo salí disparada hacia atrás.

Con dificultad,  me di la vuelta y comencé a correr, al mismo tiempo que iba lanzando hechizos para dificultar su paso.

Pasé por una de las gradas y alguien me agarró del brazo y me tapo la boca.
-sh...-dijo Brett.

Y yo suspiré tranquila.

La bestia siguió corriendo. Me giré a Brett y lo agarre de la mano para llevarlo con su hermana.

Abrí la puerta y ambos se abrazaron.

Brett me miró y se acercó.
Su pulgar trazó una línea desde la cortada de mí ceja hasta el inicio de mis labios.
-que?...
-tuve un pequeño problema con Kira. Todo arreglado.

El rió.
-gracias por cuidarla.
-vamos, después de todo es como la hermana que nunca tuve.

Lori me sonrió.
-te diste cuenta que la herida de tu ceja no deja de sangrar. Creo que vas a necesitar puntos.
-Brett. Cállate. No aguanto las agujas ni nada de eso. Me dan náuseas.
-aguantaste las garras de un hombre lobo en tu abdomen, más de una vez, en Serio?
-callate.
-callame.-me dijo sonriendo seductor.

-Zaria!

Salí del aula y miré a Liam.
-Scott tiene su olor.

Fui detrás de Liam y salimos de la escuela, dirigiéndonos al estacionamiento. Dónde Scott estaba revisando los autos, hasta que se topó con el que estaba buscando parece. Abrió la parte de atrás, dónde habían un par de zapatillas.

Scott agarró y las miró, y efectivamente, estaban llenas de sangre el la suela, la sangre de Parrish.

Cerré la cajuela, y Mason nos miró sorprendido.
-que le hacen a mí auto?

Miré a Liam.
-eres tú.-dijo Scott.
-que?
-tu eres la bestia.

Apareció Corey, y agarró a Mason.
-espera!-grité.

Pero era tarde, los dos ya habían desaparecido.
-no!

Volvamos a ver... (M.A. 3) [Isaac Lahey+Brett Talbot]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora