Fin.

1.5K 48 9
                                    

Angie.

Tres años. Han pasado tres malditos años. La situación con los gemelos pensamos que era mejor dejarla como estaba. Jesús intentó hablar conmigo por todos los medios, incluso vino a buscarme aquí. Pero no quería saber nada de él. Ahora mismo, Afri y yo tenemos 21 años y nos estamos mudando a Madrid. Siempre había sido nuestro sueño mudarnos a una gran ciudad. Málaga nos encanta. Hemos vivido toda la vida llí, pero Madrid es otro rollo. Llegamos al piso que hemos alquilado en Madrid por fin. Intentamos colocar lo más rápido posible para salir del piso de una vez. Llevamos medio día desempaquetando cosas, me acabo de dar cuenta de la de cosas que tenemos. Son las ocho de la noche y queremos ir a cenar fuera. 

Con respecto a los gemelos, siguen en su carrera musical, con miles y miles de fans, yo incluida, que quereís que os diga ¿os miento? Sigo siguiendolos, aunque duele aún. Y si iban a Málaga no tenía el valor para subir en la firma y saludarlos como si nada, eso si a conciertos si iba junto a África obviamente. Han pasado tres años y aún sigo tan enamorada de Jesús como lo estaba en ese tiempo. Y si os estaís preguntando que decidió Dani, creo que es obvio, prefirió a Mar y esa lerda lo mandó a la mierda poco después. Osea los mataba a los dos lenta y dolorosamente. África, mi querida amiga y fiel compañera de aventuras lleva la última semana más feliz de lo normal y eso puede significar varias cosas... la primera que vaya a abrazar a Rubius y Mangel de nuevo, que no creo que sea esa opción, la segunda es que vaya a ver Jonan, y la tercera, es simplemente lógica y su nombre es Daniel Oviedo, porque si queridas después de todo siguieron hablando como amigos a diferencia de mí, que si he hablado con Jesús han sido muy pocas veces.

- ¿Vamos a Goiko Grill? -me pregunta África ya cansada de desempaquetar-

- Vaaaaaaaaaamos -digo y ella se ríe-

No despega la mirada de su telefono. Y eso significa, Daniel Oviedo in the house bitch. Tras coger el metro y ya estar en pleno centro de Madrid. Caminamos hacia dónde se supone que está el Goiko Grill. En la calle del Prado exactamente. Veo dos siluetas iguales junto a la puerta. No puede ser. Dios. Por qué a mí. Los gemelos. Mi mirada choca con los ojos color café de los que llevo enamorada su tiempo y se me para el corazón por un momento. Aparto la mirada de la suya y agacho la cabeza. Está tan diferente, tan guapo. Lo había visto en fotos pero en persona está mucho más guapo. Dani y mi querida fiel y también zorra amiga se saludan con un abrazo. En el fondo echaba de menos verlos juntos, nunca había visto a dos personas que a pesar de todo lo sucedido hayan podido seguir hablando como si nada. Saludo a Dani con dos besos y me sonríe y me hace una seña para que salude a su gemelo. Me acerco a Jesús sin saber muy bien que hacer pero él se ocupa de todo, ya que rodea mi cintura con sus manos y nos abrazamos. Nunca habría definido la palabra hogar, tan bien como ahora mismo. Sus abrazos siempre me han echo sentir bien, me hacen sentir a salvo, que no puede pasar nada malo si estoy abrazandole. Noto que sonríe mientras me abraza y yo intento no sonreír.

Entramos al restaurante y una vez más, a Jesús y a mí nos toca sujetar las velas. Y mientras estamos cenando una hamburguesa más grande que mi cabeza, Dani llama nuestra atención.

- A ver, eh -dice Dani dudoso- os hemos traído aquí a los dos por algo ¿sabeís?

- Bua que nos vamos de boda -suelta Jesús a mi lado y no puedo evitar reírme-

- Como sabeís hemos estado hablando durante estos tres años -dice mi amiga ésta vez- y el tema es que... bueno, vamos a dar una oportunidad a nuestra relación, otra vez -dice con una sonrisa superilusionada-

Jesús y yo nos miramos como que era obvio y acontinuación los felicitamos y demás. Verás tú que aquí se arma la marimorena.


You're my destiny {Gemeliers}Where stories live. Discover now