Tú y yo

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"Toc, toc"

Después de los suaves golpes, la puerta se abrió mostrando a Sana estando de pie feliz de verme. Antes de que mis ojos tuvieran la oportunidad de adaptarse, ella ya se había abalanzado sobre mi cama. Me moví sin mucha energía mientras ella se ocultaba en mis sábanas, sus piernas se enredaron con las mías, atrapándome. Sus brazos instintivamente me rodearon, mientras acariciaba con su nariz mi nuca. "Buenos días dormilona," ella susurró, haciéndome cosquillas con su aliento.

"No Sana," gruñí en protesta, mientras débilmente me alejaba de ella.

"Dime que me amas." Bromeó, mientras me llenaba de besos.

"No, no lo haré." Murmuré negándole la satisfacción de escuchar las palabras que quería.

"Aw, ¿qué pasa con mi pequeña ponyo?" Preguntó tiernamente, mientras hacía un puchero.

"Hay algo que necesito saber." Le dije en tono serio.

"Sabes que puedes preguntarme lo que sea." Me dijo mientras acariciaba mi rostro.

"Responde esto, ¿trataste o no trataste de besar a Tzuyu en la fiesta de anoche?" Le pregunté con miedo, esperaba que ella dijera que no.

"Sólo estaba burlándome de ella, tonta. " Ella rió, mientras mi corazón se contraía.

"No hagas eso, no me menosprecies. Sólo contesta la pregunta." Insistí.

"Intenté besarla, pero ella lo evito de todos modos. No fue la gran cosa." Sana contestó con indiferencia, mientras sus dedos se arrastraban en la piel de mi clavícula.

"Si lo fue Sana. Hemos hablado de esto. No quiero jugar más a tus juegos. Dijiste que te detendrías", enfaticé con incredulidad.

"No te preocupes por esto, tienes mi amor." Ella bromeó, mientras juguetonamente pellizcaba mi mejilla.

Había llegado a mi límite. Esto había sido todo.

"No quiero tu amor, porque tú idea de amor no es amor en absoluto. Es algo completamente diferente. No me tratas diferente de las demás chicas que están a tu alrededor." Dije molesta.

"Estás equivocada, tu eres especial para mí. Te amo a ti, a nadie más." Ella trato de convencerme, mientras sus brazos me envolvían con más fuerza.

"Ni siquiera sabes lo principal del amor, ya no puedo seguir contigo. Se acabó Sana." Le dije firmemente, mientras me encogía de hombros.

"¿Cómo puedes alejarme por esto, cuando luchamos tanto para estar juntas?" Preguntó con incredulidad.

"No actúes como si alguna vez hubieras luchado por nuestra relación. No lo hiciste." Dije enfadada, mientras sentía la irritación crecer dentro de mí.

"¿Ya no me amas Dahyun?" Preguntó con voz temblorosa, llena de dudas. Tan pronto como miré sus ojos llorosos, mi ira desapareció. Todo lo que podía ver era el amor de mí vida, a punto de romperse.

"Sólo no lo entiendes, ¿verdad? Todavía te amo Sana, probablemente siempre lo haré, pero eso no cambia nada. Nosotras terminamos." Me límite a decirle, ya que tenía miedo de ceder al verla de esa forma.

"Deja de decir eso. No hemos terminado, hasta que yo diga que hemos terminado." Lloró, una única lágrima caía por su mejilla.

"Piensa lo que quieras, pero ya no soy tuya. No voy a dejar que me lastimes más." Dije determinada, mientras me levantaba abruptamente de la cama.

"¿A dónde vas? No hemos terminado de hablar." Ella suplicó desesperada, mientras me sostenía del brazo.

"Ya no necesitas saberlo. Ahora eres libre Sana. Tú y yo podemos hacer lo que queramos sin culpa." Dije bruscamente, mientras salía del agarre de su mano.

Takane no hana  (高嶺の花)Where stories live. Discover now