eres mio tomatito~

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El mantener el paso le estaba costando un gran esfuerzo y no sabia por cuanto mas aguantaría, aun quedaba un largo tramo para llegar a su hogar y lo único que quería era descansar, pero todavía debía entregarle el informe de la misión al Hokage, al cual seguía viendo solo como Kakashi, su sensei. Sin embargo y aun así, debía seguir las reglas, y terminar todo antes de retirarse.

-Hmp. Maldita sea.

Siguió con su marcha hacia la torre mientras respiraba hondo por enésima vez desde que entro en la aldea tratando de no demostrar debilidad a nadie, seria demasiado humillante para el que lo vieran de esa manera. Aunque desde un principio el mismo fue el culpable por la situación en la que se encontraba, al menos esta lección le enseñaría que no era tan invulnerable como pensaba.

-Mierda-susurro bajito, bastante molesto.

El sudor en su espalda en y en su frente se acumulaba en grandes cantidades, mientras que su cuerpo cada vez se ponía más pesado, y ni hablar de lo borroso que veía, definitivamente todo eso era una completa mierda. Pero a pesar de que su cuerpo no le respondiese de la manera que el desease no se iba a dejar derrotar, eso jamás, y apretando fuerte la mandíbula borro toda posible expresión de su rostro que lo pudiese llegar a delatar con alguien.

-Ya falta poco.

Ya enfrente de sus ojos se divisaba la enorme torre donde estaba la oficina del Hokage. Una vez que terminase con ese papeleo podría retirarse a su casa para al fin poder descansar y dedicarse a recuperarse de esa desgracia que invadía su cuerpo.

Entrando ya al edificio se dirigió hacia las escaleras subiendo a paso lento y elegante, mientras que ignoraba a todas las personas que se encontraban en el lugar, nunca había sido sociable, y menos lo seria en ese momento.

- ¡Carajo! -medio murmuro-grito entre dientes.

El estar sin haber probado bocado durante esos días no había sido buena idea, lo había debilitado mas y esa era una clara desventaja para su cuerpo en esa situación, obligándolo a recostarse en la pared del solitario pasillo y aprovechando que no estaba siendo observado por nadie, trato de recuperar al menos un poco de su energía.

Aunque al pasar los minutos se dio cuenta que por mas tiempo que se quedase quieto nada cambiaria, así que se dispuso a continuar no sin antes secarse nuevamente el sudor de la frente y escuchar como su estomago le exigía algo de comida, otra vez. Y por su mente el único pensamiento que cruzo en esos momentos, era comer algunos de sus deliciosos tomates.

Y su deseo se hizo realidad.

-Un tomate gigante...

No sabia si estaba desvariando por la fiebre o su vista le estaba jugando una mala pasada, pero en esos momentos podía jurar que frente a el se estaba acercando un gran tomate, quien corría a toda prisa a su encuentro, y sin poder evitarlo estiro su mano en un vago intento por atraparlo en su huida, pero no contó que su fuerza nuevamente flaquearía en el último instante haciéndolo marearse momentáneamente.

- ¡U-Uchiha-san! ¿Se en-encuentra bien?

Sasuke alzo su vista para ver a quien le estaba hablando, y la persona que vio era la ultima a la cual esperaba ver; no porque le fuese insoportable su presencia, por el contrario, el solo estar cerca de ella despertaba cosas dentro suyo las cuales no se había tomado todavía el tiempo suficiente como para analizarlas.

-Estoy perfectamente Hyuuga -. Sin esperar más se puso derecho y emprendió la marcha lentamente con toda la dignidad posible.

-P-Pero Uchiha-san usted...

-Estoy bien-seco y cortante, esa fue su contestación.

Hinata sabiendo que por más que le insistiera al orgulloso ninja este no la dejaría ayudarlo, se marcho a toda prisa del lugar no sin antes hacerle una leve reverencia, debía marcharse de allí antes de que Naruto la encontrase, no tenia la valentía suficiente como para verlo a los ojos en esos momentos sin abochornarse, y dudaba que eso cambiase en los siguientes días.

Tomate GiganteTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang