Día 8

434 22 6
                                    

    9.09 am 


Sabía que había despertado, pero aun así lo tenía abrazado desde la cintura, besando delicadamente su espalda, recorriendo su hombro con mi nariz, hasta que él se giró y me miró con ojos cansados, quizás lo había despertado por tantas caricias, pero solo me besó en los labios; nuestro primer beso del día.

Sentí como tomó mi nuca con una mano, mientras que con la otra tomaba mi cintura y me subía encima de él. Ambos estábamos en ese modo y no hubo ni necesidad de decirnos nada.

Lo miré cuando nos quedamos sin aire y él alternó sus ojos, mirando los míos con rapidez, para luego bajar a mis labios y seguir besándome.

Me sacó la ropa interior que hace unas horas me había vuelto a poner y tuve que apoyarme en la pared cuando ya habíamos concretado, pero no lo dejé de besar.

Era diferente, se sentía diferente, pero no entendía de qué manera.

Nos giró en la cama y fue el ahora el que hacia todos los movimientos, sintiendo como subía una de mis piernas a casi su hombro, para ayudar un poco, pero no podía evitar enarcar mi espalda de placer, escuchando solo el sonido de nuestros gemidos y respiraciones agitadas, hasta que fue el final para ambos.

Se estiró encima de mí y podía sentir como su cabeza de movía producto del movimiento de mi pecho, por la respiración agitada.

-¿Cómo llegamos a hacer esto sin siquiera...?

El levantó la vista y me miró comprensivo.

-¿Sin siquiera hablarnos antes?

Asentí lento y él no parecía tener la respuesta a esa pregunta. Quizás solo habíamos llegado a un punto de conexión inimaginable para alguien que solo conoces hace una semana.

Se acomodó en la cama y se giró para verme mejor, así que lo seguí, sintiendo de inmediato su mano hacerme cariño en mi mejilla, pasando por mis labios y subiendo por mi nariz.

-Buenos días.

Vi como sus hoyuelos se marcaron en su mejilla al sonreír por mis palabras, pero no supe que más decir.

-¿Quieres desayunar aquí o nos levantamos?

Le pregunté al no recibir respuesta en unos cinco minutos. Solo sentía sus caricias y miradas entre mis ojos y mis labios.

-Levantémonos. Tengo ganas de salir.

-¿Mas deportes?

Dije sin ganas, pero él no respondió nada. Solo se levantó y escuché la ducha después de unos minutos.

Pude dormir el tiempo que él le tomó bañarse y vestirse, ya cuando abrí los ojos el me miraba paciente, con el cabello mojado, ropa limpia y listo para salir.

Me puse la misma camiseta y short del día anterior y lo seguí, ya que después de desayunar pretendía bañarme. No tenía muchas ganas de hacer cosas esta mañana. Quizás era uno de esos días.

Nos sentamos en el mismo asiento y fue él quien trajo toda la comida, ya sabiendo de memoria que comía en el desayuno.

-¿A dónde quieres ir hoy?

Le pregunté cuando ya había terminado de tomar café. Solo él quedaba con un pedazo de torta de chocolate.

-Nada de deportes-me miró tranquilo-solo caminar por la ciudad y quizás comprar algunos recuerdos.

Asentí lento, porque sonaba realmente interesante, además de que moría por volver a comer esa pizza, así que sería más fácil si andábamos cerca.

Coleccionando Atardeceres {Larry Stylinson} [Terminada]Where stories live. Discover now