Los Destructores

Lo que no te esperas... esta junto a ti.

Llego un momento en el que Santiago pensaba que todo lo que veía era gracias a una repentina y grave que debió de haber sufrido, al momento de levantarse de la tasa del baño. Pero no, ya que él no tenía la imaginación suficiente para tales tonterías.

Al momento en el que su cabeza se sumergió en ese líquido negro, se dio cuenta de una cosa... La obscuridad que lo rodeaba era algo que nunca había sentido (no era ni líquido, ni fisico) y también no sentía miedo.

En este tipo de situaciones, sería normal que alguien estuviese cagado de miedo, más sin embargo, su mente no estaba decodificando ni un ápice de temor , pues su captor, fue bastante gentil al momento de sujetarlo y de levantarlo por algo que el identifico como un techo.

No habría alguien con la suficiente fuerza mental ni física para poder oponerse a la presencia de Marcial y él lo sabía muy bien. Sin embargo, estaba muy frustrado, gracias al hecho de que su sucesor, sería un joven insensible, que además pertenecía a la raza más repudiada de todo el paralelo Brenutino, y eso le molestaba y le divertía al mismo tiempo. Pensar que su querido amigo tendría que lidiar con una nueva generación que parecía ser la perdición de los Destrucctores, le daba nauseas hasta tal punto, que hubiese deseado perder la mano que sostenia al muchacho (de todas formas, a él ya no le quedaba mucho tiempo de vida... ups jejejeje hacer spoiler está mal jejeje) en ese instante. De hecho, la única razón por lo que lo soportaba con tal gentileza no era porque le tuviese aprecio, mas bien era una forma de completar su última y más importante misión.

El obscuro y cálido liquido, empezó a filtrarse por los poros del muchacho, hasta que llego a sus dos puntos cruciales, el corazón y el cerebro. El primero para poder enviar el líquido a su Diotes (imagínense algo chido, y próximamente explicare que es) y el segundo, para darle el conocimiento básico que todo Destructor principiante tenía que llevar en mente.

Entonces, entendió gran parte de lo que ocurría, los principales secretos del líquido se fueron diluyendo en su mente como un susurro apaciguan te, la función de los Destructores le fue rebelada, no con palabras, si no con un sentimiento muy "patriótico" hacia esta función entre muchas otras cosas. Por ultimo le fue revelado algo que el siempre anhelaba escuchar: "Dios te ama y tiene esta misión para ti"

Al abrir los ojos se dio cuenta, que se encontraba en un espacio seguro. Él estaba en el Planeta YAHERT y una sensación de encontrarse en un lugar más hogareño que su propia casa, lo invadió.

A su lado se encontraba Marcial, que se encontraba exhausto por el imperioso esfuerzo que le pedía tal asaña. Llevar a otra persona, que no fuese él mismo por el cosmos era algo totalmente agotador. Si no hubiese sido por el hecho de que su mejor amigo, Grio, también se encontraba en la misión de buscar a su "protegido", el solo (algo que todo Destructor debe de hacer), le habría pedido ayuda sin dudarlo ni un minuto.

Marcial con un tono amargoso y si ganas de hacerlo, hablo al muchacho:

-No por que hayas podido soportar tal cantidad de información sin sufrir una sobrecarga, no significa que seas especial. Eres solo un caso raro.

-Eso ha de ser porque no tengo nada inútil en el cerebro- dijo con tono irónico-, o más bien ha de ser porque no tenía nada desde un principio-finalizo mientras esbozaba una sonrisa.

-¿Que DEMONI...-Pronuncio el anciano molesto, antes de ser interrumpido.

-Señor Marcial- dijo una voz dulce de mujer- ha sido el primero en llegar con su "protegido", ¡¡felicidades!!. Y pensar que te toco lo peorcito de tu sección-dijo con una voz burlona y despreocupada- es momento de empezar.

(Para aclarar, Santiago acaba de llegar un planeta con flora y fauna hermosa, pero no les diré como yo lo veo, ya que me gustaría que ustedes se imaginen este mundo "casi" perfecto, y también les digo que llegó a un edificio, muy parecido a una cúpula, muy parecida la escuela de Houseki no Kuni)