•Capítulo 9•

691 63 43
                                    

Narra Evelyn (tú)

Stan y yo nos estábamos dirigiendo a mi casa. La verdad, es que Stan es un buen amigo, su consolación me ha ayudado bastante... Sin él, ahora mismo estaría perdida.

- Hey, ¿Te encuentras mejor?- preguntó mirándome.

- Sí, gracias a ti estoy mucho mejor- dije con una gran sonrisa.

- Me alegro, Evy- dijo también sonriendo.

(...)

Llegamos a mi casa... Hogar, dulce hogar... Me bajé de mi bicicleta y le volví a dar las gracias a Stan.

- Enserio, gracias Stan- le volví a abrazar.

- No hay de que- me devolvió el abrazo.

- Mañana me disculparé a Richie, espero que me perdone...- dije mirando al suelo.

Narra Stan

- Te perdonará, ya verás- dije, ojalá que no.

- Eso espero- dijo- bueno, sería siendo hora de entrar a mi casa- dijo señalando a su casa.

- Si, están muy preocupados por tí- dije.

- Bueno, nos vemos mañana, Stan- dijo dándome un beso en la mejilla.

- Hasta m-m-mañana- dije sonriendo como un bobo.

Entró a su casa, me subí a mi bicicleta y comencé a pedalear hacía mi casa.

Narra Eddie

Ya habíamos casi terminado con el plan, pero ya era tarde, así que me despedí de los perdedores.

- Adiós, ¡hasta mañana!- dije despidéndome con la mano.

- ¡Hasta mañana!- dijeron al unísono.

Salí de la casa de Bill y comencé a pedalear.

Por el camino escuché a alguien que gritaba mi nombre.

- Eddie, ¡EDDIE!- dijo una voz, que parecía una chica.

Me giré para ver de quién se trataba, era Brooke. Brooke... Me encanta esta chica.

- Ah, hola Brooke- dije sonriendo y saludando con la mano.

- ¡Hey!- dijo sonriendo también- ¿Que haces por estas calles solo?

- Es que vivo por aquí- respondí.

- ¿Enserio? Por aquí vive mi abuela- sonrió- ahora voy a verla, luego me iré a mi casa.

- Que coincidencia- dije con una sonrisa de bobo.

- Podremos vernos a menudo. Porque mi abuela, ahora mismo, necesita mi ayuda- miró al suelo.

- Oh... Comprendo- dije abrazándola.

- Gracias Eddie, creo que eres el único niño que me comprende- dijo correspondiendo a mi abrazo.

Tenía el corazón a mil.

- No hay de que- sonreí- cualquier cosa, acude a mi.

Sonó mi reloj de mano indicando que tenía que tomarme mi medicamento.

- Vaya, es demasiado tarde, ¿No?- preguntó.

- No, esa alarma me indica que tengo que tomarme mi medicamento- dije medio sonriendo.

- ¿Que te pasa?- me pregunto preocupada.

- Oh, nada, solo que tengo alergia- dije.

- ¿A qué?- preguntó.

~•Richie Tozier y tú•~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora