SUEÑO PROFUNDO.

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Oscuridad... sólo eso puede apreciarse en ese lugar tan sombrío y olvidado, incluso todo sonido ha quedado ausente sin señales de regresar, antaño lo que fueron pasillos inundados de personas atareadas por el excesivo trabajo, ahora el polvo y la suciedad compensan esa ausencia perpetúa, muros de concretó desquebrajándose lentamente, la humedad había vencido la construcción desde hacía mucho tiempo, sólo pocas partes de la edificación aún quedaban intactas, pero no faltaba mucho para que también sucumban ante el inevitable paso del tiempo, en las cercanías se aprecia un enorme y extenso corredor de hormigón gris, aún posee un poco de la grandeza que alguna vez tuvo, a lo lejos al final, una puerta se alza imponente, decadente, forjada de hierro y aluminio edificada con un sólo propósito: Soportar la oxidación de los días venideros, de diez metros de altura que aún cumplía su función de resguardar aquellos secretos que hay abundan, se encontraba entreabierta, un estrecho espacio de no más de treinta centímetros, pero era suficiente para ver su interior.
Una gran sala se levanta con autoridad, tenía forma de un gigantesco cilindro metálico, parecía no tener final, la oscuridad se hacía más negra y perturbadora en su interior, a sus costados se encontraban capsulas viejas y desgastadas, destrozadas por el tiempo, su apariencia se asemejaba a un panal de abejas, se hallaban miles en ese gran espacio confinado se tenía la impresión de ocultar algo en su interior pero el paso de los años ya devoró todo rastro existente, la cámara descendía como una espiral interminable hacia los confines del mundo, se abría paso en las entrañas de una historia olvidada.

Una luz se alza ante la espesa negrura de los errores de antaño, se levanta como una esperanza dispuesta a reparar cuantas desdichas han surgido de la ambición de la humanidad. Una sensación se siente en el ambiente... frío, esa sensación aterradora, sublime y omnipresente en ese oscuro abismo sin fondo, recorría el lugar dueña de todo cuanto se encuentra hay, su origen se allá en una pequeña capsula aún conservada; estaba cubierta por una gruesa capa de hielo, no podía apreciarse su interior, sólo emanaba esa luz de color turquesa que aún se rehúsa ha perder su lugar en ese insólito páramo.

Un sonido se escucha, resuena, golpea las paredes como si de un animal salvaje se tratase, la cubierta de hielo que envolvía la capsula se comienza a desquebrajar sin oponer resistencia, cientos de pedazos caen sobre el piso de concretó esparciéndose sobre todos lados, sonidos y más sonidos se arremeten con rabia desatada contra el olvido y el silencio que parecía perpetuo e inquebrantable, luces de diferentes tonos surgen de la penumbra, la cápsula que había permanecido apagada durante tanto tiempo por fin ha sido encendida.
La compuerta de la capsula se desliza hacia afuera, rompiendo lo que queda del hielo que la había apresado durante años, soportes metálicos ayudaban a que pueda abrirse continuamente sin parar, el rechinido del metal oxidado era ensordecedor, aplastante y autoritario, la compuerta se había abierto por completo. Un vacío lleno de silencio volvía a surgir, un neblina gélida salía del interior de la cápsula llenando todo el terreno que tenía por delante. Una mano delgada salió por fin adentrándose a la cubierta de la que parecía ser su prisión, un cuerpo con forma humana emergió de ese lugar frío y misterioso, sus extremidades eran delgadas sin aparente fuerza física, el individuo se desplomó en el suelo cayendo pesadamente en el concreto grisáceo.

Mis manos, mis piernas, son débiles huesudas e inservibles, el dolor es agobiante e instantáneo recorre con velocidad cada parte de mi ser, sin que yo pueda detenerlo o frenarlo, intento levantarme, apenas puedo soportar mi propio peso, el aire se escapa de mis pulmones como bandidos tratando de huir después de un robo. ¿Por qué? ¿Por qué sólo veo oscuridad? ¿Acaso esto es... morir?

Maldigo para mis adentro, no entiendo nada, no recuerdo absolutamente nada.

-¿Se encuentra bien?- una voz distante y fría, casi metálica cortaba el silencio abismal que había en ese entorno olvidado.

- Una voz, es una voz, pero ¿dónde esta? ¿De dónde proviene? -¿Hola? Puedo escucharte pero... no te veo.

-Soy la IA (inteligencia artificial), categoría Alfa, mi nombre en clave es 868-Bélgica, en circunstancias de otra índole no haría esto, pero los riesgos son grandes así que... - dijo la voz sin terminar la frase.

- ¿Riesgos? ¿Qué riesgos? ¿Dónde estoy? ¡Exijo una explicación! - gritó el individuo que se había parado con dificultad.

- Sé que usted tiene dudas pero no puedo responder todas sus interrogantes sin orden y llenas de vacilación.- dijo la voz metálica.

El silencio volvió pero no por mucho, el ser que había surgido de esa cápsula quedó meditando las palabras dichas por aquella IA, su respiración era más calmada, recupero la cordura que hacía tiempo no recordaba que tenía - ¿Cuánto tiempo he estado encerrado? - dijo el individuo.

La respuesta fue abrumadora, poco a poco el ser parecía flaquear ante aquel golpe tan repentino, no podía creerlo, sus pensamientos se arremolinaron sin cesar, una ola de sentimientos surgía de lo más profundo de su ser, tanto tiempo había estado resguardado dentro de ese espacio confinado - ¿Y las demás personas dónde están, hablo de si aún existen seres humanos donde quiera que allá? - dijo con voz temblorosa.

- Lo lamento, esa información no se la puedo proporcionar, la última actualización fue el 16 de mayo de 2100, a partir de ese punto, mi red de datos fue desconectada de los servidores exteriores.- dijo rápidamente la IA.

El individuo quedaba desolado con cada respuesta que la IA le proporcionaba, llegó a un punto en donde no sabía si la locura ya había corrompido su ser, las preguntas siguieron, y con ello el individuo recordaba lentamente su antigua identidad. Aquella conversación duro dos horas.

-¿Dónde está la salida? - dijo el individuo.

- No puedo proporcionar esa información, mis protocolos indican que debo proteger el proyecto, a como de lugar, eso implica mantener sellado este lugar.- dijo la IA.

- Eres una IA peculiar, son únicas, puedes razonar, procesar información y tomar decisiones por voluntad propia, así que razona esto, tus protocolos quedaron invalidados desde hacía mucho tiempo, han pasado siglos llevándose a recrear tu sistema operativo una y otra vez, elegiste vivir y cumplir con tu deber, tu misma me lo haz dicho, así como yo elijo vivir mi vida, a pesar de las circunstancias, te vuelvo a preguntar ¿dónde está la salida? - dijo el individuo con voz firme.

La voz de la IA no se escuchó, el sonido que emitía de la parte superior de su capsula dejó de emitir su voz metálica, pero un ruido ensordecedor surgió de las profundidades de la oscuridad, una puerta se abría de par en par ha unos treinta metros de donde se encontraba la capsula, luz blanca, iluminaba el corredor que se observaba de la compuerta que había sido abierta, el individuo caminaba hacia ella como un vagabundo intoxicado con alguna droga, sus ojos brillaban llenos de esperanza, caminaba con lentitud pero con firmeza y señales de regresar a donde había sido su hogar, con la palma de su mano acarició el metal de la puerta como si tocara a una vieja amiga -¿Que harás ahora paciente 626? - dijo la IA.

- La humanidad aprendió que la libertad tiene un precio... me cuestiono ahora en estos tiempos si es que la humanidad aun existe, ¿cuánto están dispuestos a sacrificar por vuestra libertad?

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