Capitulo 6: ¿Celebrar?

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Los dias pasaron en el llamado,《 infierno por sufridos, cielo para los mentidos y realidad para los realistas》, fueron esas palabras que escuche de uno de los mas viejos esclavos de aqui.

Los duros trabajos habian sesado, paara una merecida merienda de no mas que mitad de pan y una pequeña taza de leche, de sabra Dios de donde la trajeron. Las pequeñas raciones fueron consumidas casi en instantes por las personas que se encontraban en el pequeño lugar.

Los pequeños gritos de fuerza de Romeo, hicieron que los escalofrios se me corrieran por la espalda, si es cierto que aquel militar Dreyar, habia dado una oportunidad a aquel pequeño, su delicado cuerpo no resistia cargar altos palos de madera.

A lo lejos, la rubia veia el esfuerzo del pequeño, recojiendo pequeños fracmentos de piedras y vidrios, limpiando toda la zona, la cual estaba siendo utilizada para levantar un pequeño lugar que iba a ser construido por los prisioneros.

Cambiando de tema para despejar algunas ideas feas de su cabeza, penso en aquel evento, lo que le vino a la cabeza el pelirosa. Los nervios de la rubia cada dia eran mas y mas fuertes, ayer habia recibido denuevo una carta, de aquel pelirrosa.

- ¿Pero que le pasara a ese tipo? -

Lo inevitable fue, que recordando las palabras de amor, y poeticas, se sonrojo muchas vecez mientras el mencionaba reiteradas vecez palabras como bonita, amable, el olor de su cabello, y su mirada tranquila.

Al parecer de verdad estaba templado por la Eslovaca.

- Oye...tu rubia, empieza a trabajar y no te quedes mirando a la nada - grito el comandante de la armada de Auschwitz, ordenando cumplir sus deberes.

- Si señor - susurro lo suficiente como para que el hombre de imponencia fuerte se convenza.

Las horas pasaron, lentas pero pasaron, y ya el sol se estaba ocultando en una fria tiniebla que aparecia todas las noches, a enseñar lo tenebroso que podrias ser el lugar.

Los dias sin comida eran comunmente un infierno, la sed y el hambre hacian que la gente no puediera dormir. Pero...debajo de la madera de su incomodo cama, estaba el pequeño empaque de galletas que siempre recibia con cada carta.

- Gracias... - agradecio en su mente y con una sonrisa automatica y despistada abrio con sumo cuidado el sobre.

- Romeo... - susurro al niño, el cual igual que todos, estaba despierte y mirando perdidamente un lugar en especifico sin darse cuenta.

El pequeño se encontraba abrazando con fuerza su bufanda de color anaranjado.

- Ten..es una galleta de canela - le extendio la galleta hasta que llegara a las manos del pelinegro.

- ¿C-como la conseguiste? - hablo sorprendido mirando la pequeña galleta redonda y apetitosa - Se ve deliciosa - hablo con inocencia.

La ternura que habia en su cara, hizo que la rubia de ojos marrones riera, de una manera un tanto familiar.

- Tu sonrisa se parece a la de mi madre - el pelinegro miro detenidamente la cara de la rubia - Y sus ojos son completamente igual, tienen un brillo muy bonito, que parece que nunca se acabara -

Un completo silencio, mientras que la rubia observaba comer a Romeo de una manera un tanto deseperada, pero no lo culparia, que niño no resiste semanas sin comer.

Natsu Dragneel

Esta es la primera vez que tratare de responderte.

Pero solo queria agradecerte por las ricas galletas, gracias a eso, pude alimentar a mi pequeño hermano.

Espero que te llege esta carta.

Atte

Lucy Heartfilia

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⏰ Last updated: Feb 13, 2018 ⏰

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Amor prohibido de AuschwitzWhere stories live. Discover now