Enamorado de un mujeriego

Mes de Julio- Remy

Los días siguen pasando y mi relación con el sigue igual.

Él llega "trabaja un momento a mi lado" y cuando menos me los espero se va con sus ellas, ya no me sorprende esta rutina. Yo sabia que al decidir trabajar con él, esto pasaría. Aún así con tenerlo un momento a mi lado me conformo.

Soy un idiota, por sentirme tan feliz con tan solo recibir un buenos días de su parte. Todos los días llego a mi casa preguntándome si valdrá la pena, seguir con esto. Ya que aún estoy a tiempo de cambiar de compañero.

Cada noche antes de dormir, creo en mi mente situaciones imaginarias, donde me armo de valor, lo confrontó y le digo todo lo que siento por él. Sin darme cuenta me quedó dormido; sueño que soy capaz de confesarle, todo este amor que me quema por dentro. Siento un inmenso dolor al recibir como respuesta una mirada llena de odio y asco.

Despierto asustado y llorando, no podría soportar su desprecio. Juro que he luchado contra este amor se que mis sentimientos son anormales y asquerosos. En mi mente siempre está la duda recurrente "¿por que tuvo que ser él?"

Hoy como todos los días la rutina se repitió, aun así me percate de algo que me llena de una inmensa felicidad. He notado que sin importar donde se encuentre, él siempre me busca, para despedirse de mí, sé que es tonto que con algo tan simple me sienta así, pero soy la única persona con la que se toma ese tipo de molestia y eso me sentir único.

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Hoy no fui a la escuela. Enrique me dijo, que por cuestiones de trabajo no podría asistir, así que decidí que yo tampoco lo iría.

Al fin y al cabo, lo que haga en el salón, lo puedo hacer en mi casa y más cómodamente. Solo voy a ese seminario, porque es el único momento, en el que puedo estar con él y si él no va, no tiene caso que yo lo haga. Además todos mis amigos están ocupados con sus proyectos, no he podido pasar tiempo con ellos, ni siquiera con Beatriz que es con quien mejor me llevo.

Es extraño, pero últimamente, la única persona con la que he tenido cierta cercanía, estas dos semanas es Cindy.

Nunca he logrado comprender a esa chica, ella es muy diferente a mí. No no entiendo cómo es que podemos ser amigos.

Si pudiera describirla en una palabra sería chica tierna. Ella tiene una actitud positiva, siempre está riendo, de una manera escandalosa. Es extraño verla en fachas siempre va bien peinada y vestida, cuenta los peores chistes que existen y tiene pésimo gusto en música.

Un tiempo se la paso diciendo que yo le gustaba, no sé con qué intensión lo decía, si era obviamente una mentira que a nadie le causaba gracia. Aunque existieron ocasiones en las que dude que fuese mentira ya que me lo decía con mucha instancia, además de que varias veces que estuvo en mi casa llamo a mis padres suegros.

Aún así yo mismo me convencía, de que no podría ser cierto, y que era una de sus bromas de mal gusto. Sin contar que cuando le conté sobre Rebeca, ella no mostró ninguna clase de disgusto y siempre ha sido muy amable con ella.

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En definitiva hoy no fue mi día.

Enrique falta cada vez que quiere, cuando según él me está ayudando a hacer el proyecto, solo se la pasa diciendo palabras rimbombantes, en ideas que yo ya había escrito, lo peor es que cada vez dura menos a mi lado.

Después de avanzar un poco al proyecto, él se desaparece y se va con sus amigas. Lo peor es que a veces alcanzo escuchar, que él las ayuda con sus proyectos, mientras que a mí me deja haciendo todo el trabajo.

Hoy decidí seguir su juego, trabajamos un rato, él se fue con ellas y yo me puse a platicar con Cindy y Romina.

Al parecer ellas ya habían terminado, lo que tocaba entregar para esa semana y solo estaban esperando su turno, para que la profesora revisara sus avances.

Siempre que me preguntan cómo voy, respondo que bien, me da vergüenza que sepan lo que pasa, ya que muchos me advirtieron las consecuencias de ser pareja de Enrique, incluso ellas.

Ese día Enrique no paraba de reír con sus amigas, eso me hacía enfurecer.

Ya no sabía si estaba enojado por el comportamiento de Enrique o solo eran simples celos.

Pude notar que Cindy se comportaba de forma extraña. Estábamos bromeando como siempre, pero ella a diferencia de otras veces parecía molesta, cuando fue su turno de revisar no recuerdo cual fue el comentario que hice, solo sé que ella se puso atrás de mí y comenzó a jalar mi cabello, una y otra vez como una maldita loca. Romina comenzó a reírse, yo no supe cómo reaccionar, lo primero que hice fue ver a Enrique.

Para mi desgracia él estaba viendo todo lo que pasaba, me quería morir de vergüenza, pero no lo demostré solo me reí, solo escuchaba como Romina, le decía que ya me dejara en paz.

Juro que quería tomarla del cuello, use toda mi fuerza de voluntad, para no hacer algo de lo que después me pudiera arrepentir.

Lo peor fue que como estaba sentado con ellas, Enrique solo se despidió de mí de lejos.