One-Shots [Shippeos- y no shippeos]

Tomerry

No importaba cuantas veces lo hiciera, ni siquiera importaba cuanto lo negaba él lo sabia... Podía parecer estupido, pero mis mentiras eran por una buena razón.

Ellos querían que yo admitiera que aún amo a Tom como a nada en el mundo y es verdad lo hago, pero lo niego ¿porqué? Porque sus lágrimas me persiguen cada maldito día de mi vida.

Él no merece sufrir, no otra vez y no por el mismo idiota que daño su corazón.

No recuerdo bien lo que paso esa noche, pero si recuerdo haber escuchado los sollozos de Tom al despertar, recuerdo claramente sus ojos cristalizados mirándome con temor y esos moretones en ambos brazos junto a dos en su bello rostro.

Y no puedo recordar esa mañana sin llorar como ahora.

No se que hace Tom amándome aún, una noche en estado de ebriedad él llego gritando que me amaba y que no creía en que había dejado de amarlo, que solo eran mentiras.

Y dios mio cuanta razón tiene...

— ¿Puedo pasar? — dijeron después de unos golpes.

— claro, adelante.

— Ke-Kerry ¿podemos hablar? —Tom entro con algo de timidez y un pequeño pero notable brillo en los ojos.

— bu-bueno... Supongo que si.

—¿Porqué no puedes dejar de mentir? —suspiro— no creo que hayas dejado de quererme —me miró directamente a los ojos.

Eso fue como un golpe en las bolas, sus ojos me pedían que sea sincero.

— Tom... No puedes estar conmigo...

—¿Porqué? Kerry no sabes cuanta falta me haces, sabes que te adoro no puedo entender... Por-porque tú ya no...

— Tom soy un desgraciado —murmure acercándome para tomar sus manos— te hice daño una vez...

— pero no me engañaste...

— fue daño físico —tome su mentón — no se exactamente lo que paso, pero... No puedo permitirme dañar a la persona que amo —sus ojos se cristalizaron al igual que los mios.

— pero lo estas haciendo —respondio—  me estas dañando con tu ausencia, te extraño cada día desde hace cinco meses.

— no deberías hacerlo —murmure pasando mi dedo pulgar por su labio inferior.

— Kerry por favor...—tomo mi mano y la entrelazo con la suya— prometiste que estaríamos por siempre y más que eso.

Era doloroso ver que sufría sin mí, pero nada me aseguraba que no lo haría al lado mío... No podía arriesgarme.

— N-no no puedo, lo siento —murmure bajando la mirada a la vez que las lágrimas escaparon de mis ojos.

— Amor —murmuro tomando mi rostro y acariciando mis mejillas— sin sufrimiento no hay amor —sonrio por sobre su dolor —¿No crees que fue suficiente sufrimiento? —relamio sus labios.

Tom Araya, eso es jugar sucio.

Suspire, estaba cediendo a sus súplicas, porque él no merece sufrir ni menos por un amor que le es correspondido.

Sonreí y acerque mi rostro al suyo, eramos una unión perfecta, acaricie su cintura lentamente mientras él acariciaba mi cabello.

No podía negarlo... él era mi mundo, ya no podía mentirle.

— Te amo Tom —murmure alejandome un poco— te amo como nunca amaré a alguien.