Capitulo Veintinueve

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 Eso era todo lo que hacía falta para que _______ envolviera su miembro y apretara. Había hecho lo mismo con los lóbregos sentimientos contra los que había estado luchando toda la tarde.
-En realidad, no quieres eso. -no se le ocurría mejor argumento para no tomar lo que le ofrecía. Se había arrojado a sus pies, desnuda, exuberante, preciosa. Sólo Dios sabía lo dispuesto que estaba él a darle hasta el último aliento con tal de poseerla.
-Sí, lo quiero. -murmuró ella.
-No seré tierno.
La sonrisa de _______ decía que lo entendía.
-No estoy hecha de cristal. -Luke negó con la cabeza.
-Querías reservarte para Harry.
-Quería ofrecerle mi virginidad a alguien a quien le importara.
-¿Qué te hace pensar que a mí sí me importa? -Dijo Luke intentando sonar sarcástico y despectivo.
-Cosas que me has dicho. -lo tomó de la mano y comenzó a tirar de él hacia ella- o, ahora mismo, tu mirada.
Cerrando los ojos, Luke intentó dejar la expresión neutra, dejando fuera de su vista, cada centímetro de la piel desnuda de _______, una y otra vez, grabándosele a fuego en el cerebro. Maldita sea, no sólo era su cuerpo lo que le ponía duro. Si era sincero consigo mismo tenía que reconocer que aquella naturalidad con que ella excitaba su sexo, y conmovía su corazón, lo volvía salvaje.
-Estás alucinando.
-Y tú mintiendo. -susurró ella.
Él le dirigió una mirada airada.
-¿Por qué demonios te ofreces a mí?
-Quiero ayudarte.
-No quiero tu compasión. -gruñó él.
La mirada de _______ le hizo arder cuando se deslizó por su cuerpo antes de acabar clavada en sus ojos.
-No te compadezco. Sólo quiero que te sientas bien, pero reconozco que no estoy siendo totalmente altruista. Tú me haces sentir femenina, una mujer de verdad. Cuando estoy contigo, no me siento poco femenina, ni torpe, ni inexperta. Me siento... deseada. Querida. Y deseo más. Creo que siempre he deseado más de ti. Él habría podido rechazarla cuando había creído que le ofrecía su virginidad como una especie de curalotodo para sus carencias emocionales. Pero rechazándola ahora, le haría daño. Se aprovecharía de las inseguridades de _______ para ocultar las suyas.

¿Pero acaso no era mejor herir sus sentimientos, a infringirle un daño físico permanente...o algo peor?
¿O, por el contrario, debería correr el riesgo? _______ era mucho, más fuerte que Felicity.
-Luke, cariño, no intentes protegerme. Soy una adulta, y sé lo que quiero. A ti. -le apretó la mano- Simplemente, déjame disfrutar.
Puede que ella pensara así, pero estaba equivocada. Maldita sea, no debería ceder.
Al final, Luke se dejó caer de rodillas entre las piernas abiertas de _______. Rebuscó frenéticamente en los bolsillos, en la cartera, rogando... ¡Sí! Un condón. Uno lubricado. Con un suspiro entrecortado, lo tiró sobre la mesita.
-Prepárate.
Ella sonrió.
-Gracias a Dios.
Él asintió débilmente con la cabeza y luego se quitó la camisa.
_______ deslizó los dedos con ansia sobre el abdomen de Luke. Una serie de estremecimientos le recorrió el vientre, la espalda, el miembro. Gimió. Su erección, tan condenadamente dura en ese momento, podría taladrar el metal. ¿Le quedaría realmente algo de sangre en el cerebro? Estaba seguro de que toda se le había concentrado en el pene.
Se bajó la cremallera de un tirón, y liberó la erección de su confinamiento. Se sumergió en el paraíso que eran las manos de _______.
Ella lo acarició suavemente, provocándolo. Él no necesitaba más persuasión...ni deseo.
Tenía que detener eso de alguna manera. Pero con la sangre hirviendo y el sentido común cegado por el deseo que dominaba sus sentidos, Luke no tenía ni idea de cómo impedir algo que anhelaba tanto.
Le tembló la mano cuando se bajó los pantalones hasta las caderas.
Cubrió a _______ con su cuerpo y capturó su boca con un beso devorador, entre jadeos entrecortados y gemidos. _______ le dio la bienvenida, le rodeó el cuello con los brazos y le acarició la espalda y los hombros, arqueando las caderas hacia él.
El condón estaba a sólo medio metro. Podía abrirlo, ponérselo, penetrarla... y verse envuelto por su dulce calidez; poseería una parte de ella que ningún hombre tendría jamás. Sólo de pensarlo se le contrajo el vientre de pura ansia voraz.
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Luke interrumpió el beso y gimió al sentir la ansiosa boca de _______ abriéndose paso hasta el hueco del cuello.
De alguna manera, consiguió bajar las manos y apretar su pene contra los húmedos y cálidos pliegues prohibidos de su sexo. Maldición, estaba mojada. Y muy caliente. Tan caliente que estaba a punto de hacerlo estallar en llamas. Y cuando _______ se contoneó contra él…
¡Dios!
—Detenme —la voz de Luke sonó ronca y grave.
Todo lo que ella hizo fue sonreír y alzó las piernas, ciñéndolas en torno a sus caderas.
Luke comenzó a sudar por todo el cuerpo; la frente, la espalda, el pecho se le humedecieron. _______ lo estaba matando lentamente, tentándole con todo lo que él quería y no debería tomar.
Incapaz de detenerse, se frotó contra ella, rozándole el clítoris con su longitud. El jadeo de _______ fue directo a su miembro. No hacía falta tener mucha imaginación para imaginar a _______ rodeándole con las piernas, arañándole la espalda, mientras la penetraba profundamente, sumergiéndose en su calor.
Luke tragó aire, luchando contra la visión. ¿Qué demonios le sucedía? En doce años, jamás se había sentido seriamente tentado de follar a una mujer él solo, ni en su sexo. Jamás había mantenido relaciones sexuales sin protección. Bueno, tenía el condón a medio metro, pero en ese momento, le suponía un esfuerzo hercúleo tomarlo y ponérselo.
Por no decir que necesitaría mucho más que ese esfuerzo y el doble de la fuerza de voluntad que tenía, levantarse y marcharse de allí.
¿Dónde demonios estaba Ash? Apoyándose en los brazos, bajó la mirada a una _______ ruborizada que le daba la bienvenida. Estaba en graves problemas. Y sospechaba que si Ash estuviera allí, él sólo lo animaría a cometer una estupidez. «Algo inconcebible».
Apretando los dientes, retrocedió y tomó el condón. Ya estaba en el infierno. No merecía ni a _______ ni a su inocencia. Pero allí estaba ella, yaciendo delante de él, y tenía que penetrarla —en algún lugar, como fuera— ya.
Pero si le arrebataba la virginidad, por mucho que ella lo deseara en ese momento, ¿no le arruinaría la vida?
Comenzó a ponerse el condón y volvió a mirar la dulce cara femenina. _______ no tenía miedo, pero debería tenerlo. El control de Luke hundía de un hilo mientras le sujetaba las curvas y le echaba las piernas hacia atrás, levantándole las caderas.
La ardiente mirada masculina vagó por los pechos y los pezones hinchados de _______, por la suave piel de su vientre, por la carne roja y excitada de su sexo, por la fruncida piel recubierta de lubricante que protegía su ano, tanto más visible cuanto más le echaba las piernas hacia atrás.
—¿Luke? —dijo Zayn desde la puerta.
Su primo le estaba preguntando qué pensaba hacer. Luke giró apenas la cabeza para buscar y sostener la mirada de Ash. ¿Qué mierda podía decirle? ¿Que estaba muy tentado de romper todas las reglas? _______ no era una mujer más. Si la poseía en ese momento, no pertenecería a ningún otro hombre, no habría nadie más que se responsabilizara si algo salía mal.
Al menos en ese momento, ella le pertenecía. Sólo a él.
—Yo me he ofrecido —aclaró _______ suavemente—. Le he pedido que haga el amor conmigo. Quiero que sea el primero.
La sonrisa de Ash era condenadoramente cegadora cuando entró en la estancia, se sentó en el sofá y agarró la mano de _______.
—Un precioso regalo. No sé si Luke te lo habrá dicho, pero se siente honrado y excitado. Luke le dirigió a su primo una mirada aviesa.
—No he aceptado.
Arqueando la ceja, Ash miró la postura en que se encontraban, la manera en que _______ se abría, dándole la bienvenida al miembro de Luke que se erguía preparado hacia su sexo.
Luke soltó un suspiro tembloroso. De hecho, tampoco había rechazado la oferta de _______.
Tenía que hacer algo. «Ya». La necesidad que burbujeaba en su vientre estaba a punto de estallar. Un fiero deseo le recorrió el cuerpo que parecía haber descargado un torrente de adrenalina directamente a su pene. Tenía tal opresión en el pecho que le costaba trabajo respirar.
Intentando desterrar todas las voces, dudas y miedos que tenía en la cabeza, Luke tomó su miembro con la mano y se acercó más, cerrando los ojos.
«Suya». _______ podía ser suya. En diez segundos.
Luke vaciló. Tragó saliva mientras pensaba a toda velocidad.
¿Y luego qué? ¿Una vez que la hubiera reclamado y tomado, qué ocurriría? Y si… No, ni siquiera podía pensarlo.
—¡Maldita sea! —gruñó.
Volvió a colocarla en la posición anterior, subiéndole las piernas de tal manera que ahora descansaban sobre sus hombros, se ubicó y comenzó a empujar…
En su ano.
_______ soltó un grito ahogado de sorpresa y agrandó los ojos color avellana.
—¿Luke?
—¿Qué diablos haces? —gritó Ash.
Cada vez más tenso con cada centímetro que empujaba dentro del pasaje apretado de _______, con los tendones del cuello sobresaliendo, los músculos de los brazos temblando, asaltado por las asombrosas sensaciones de ser envuelto lentamente por la carne lubricada y apretada de _______, Luke apenas podía pronunciar una palabra.
—Estoy follándola por el culo. Estoy salvándole la vida.

No lloren:( hay lloro :( pero ustedes no lloren :( hayitsss :( (si ven un Harry, un Justin o un Cristopher, o un zayn por ahi lo siento, aveces se me pasanxD)

Fantasía Prohibida - Luke Hemmings y Ashton IrwinWhere stories live. Discover now