𝕽𝖊𝖎𝖓𝖆 𝕸𝖆𝖋𝖎𝖆

48

Logan

Ya estaba listo para mi primera cita con Scherlott. 
Salí de mi habitación. Me había vestido con un estilo casual. 

Saliendo de la habitación baje a la sala, que por cierto, era gigante, espere unos cuantos minutos a que Scherlott bajara.

Cuando bajó me quede mirándola casi babeando, era hermosa, la ropa que estaba usando le quedaba bastan bien. Y además le daba un estilo juvenil.

Sonreí al verla y ella hizo lo mismo.

—Que hermosa—, susurré, pero ella lo escuchó.

—Igual tú, te ves muy guapo—. Me beso muy cerca de los labios lo cual provocó que me vuelva a sonrojar.

—¿Vamos?—, pregunta, sonriendo.

—Sí.

Scherlott

Se veía bastante bien, aunque de cualquier modo o estilo él es muy guapo, y es MIO. Salimos de la mansión, pero antes de que yo suba al asiento del piloto, él me detiene.

—Scherlott, y-yo— cierra los ojos —, ¿puedo manejar esta vez? Me gustaría ser yo quien te llevará.

Me sorprendí por su petición pero igual le sonreí y le entregué las llaves, después de todo él sabía manejar y tenía licencia.
Cuando estaba apunto de abrir la puerta del copiloto él la abrió por mi, lo cual me gusto mucho, era un gesto bastante tierno.

—Gracias—, lo mire, él estaba rojo como un tomate.

Después de subir al auto, no pusimos a abrochar el cinturón de seguridad y le dije a donde tenía que conducir, y así lo hizo.

Después de unos minutos ya habíamos salido completamente de la mansión, pero el ambiente era silencioso, no de mala manera, de echo era agradable. Logan todo el tiempo estaba sonriendo y eso provocaba que yo también lo haga. Para animar el ambiente coloco música. 
Después de un tiempo empecé a cantar, sí, se cantar, aunque cantara peor que un gallo no me importo.  La canción que sonaba era mi favorita. Logan reía y yo reía con él. Después él comenzó a cantar igual, la diferencia es que él si cantaba muy bien.

—Mi niño, cantas bien—, bese su mejilla.

—G-gracias.

Y así paso todo el viaje, entre risas y mi no tan bello canto.  Después de más de media hora de viaje llegamos a nuestro destino. Un lugar lleno de flores y mucha área verde. Mi antiguo hogar, el lugar donde vivía con mi familia, estaba algo alejado de la civilización, y rodeado de árboles. Era una casa grande y con un encanto mágico de alguna manera. Habían personas dentro, los que mantenían limpia la casa y los cocineros ya que Debora suele frecuentar esta casa.

—Aquí era mi casa—, le digo a Logan, sin mirarlo recordando los buenos momentos que pase aquí.

—Oh—, me dice igual mirando la casa.

—Entremos, tengo mucho que enseñarte.

—Sí—. Él sonríe y me sigue.

—¿Tienes hambre cierto? Puedes pedirle lo que quieras a Rosa, mi cocinera favorita.

Entro a la cocina encontrando a Rosa, una señora de cincuenta años que aun se mantenía joven y delgada, y seguía teniendo el aspecto de antes.

—Lotti—, me ve entrar y corre a abrazarme pero ese abrazo si correspondí, no la veía desde hace mas de diez años.

—¡Rosa! ¿Como has estado?—, le pregunto alejando mi cuerpo del suyo un poco.

—Hace tango tiempo que no nos vemos mi niña, he estado muy bien...—, mira a Logan—, ¿él es...?

—Se llama Logan. Y será mi compañía esta noche. ¿Nos preparas algo?

—Lo que tu quieras mi niña—, me dedica una mirada tierna al igual que a Logan.

—Logan, ¿quieres algo especial?

—No lo se, lo que sea esta bien.  Excepto carne—, me dice tímido.

—No sabia que eras Vegetariano. —Le digo sorprendida—. Yo amo la carne.

Él mira del suelo sonrojado y avergonzado, sonrió y ruedo los ojos.

—Mmm ¿podrías preparar alguna comida vegetariana o alguna ensalada?. No se muy bien de eso, y para mi lasaña esta bien, gracias. Estaremos en el patio trasero.

Logan levanta la mirada. Salimos a las mesas que estaban atrás de la gran casa sentando uno frente al otro.

—¿Es en serio, eres vegetariano?—le pregunto sonriendo, él asiente—, que tierno. A decir verdad yo amo la carne. 

—Me gustan mucho los animales  y no podría comerlos ni aunque me pagarán.

—Eso es muy lindo de tu parte— le sonrió y me acerco a él.