Fate/Forbidden

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Aclaraciones al final.

Año 2216

El manto nocturno era el único rasgo normal cayendo sobre la caótica ciudad, que en llamas, era lo único que queda del despiadado evento que se llevó a cabo. La Guerra del Santo Grial.

Las personas que habitaban habían huido hace tiempo o sucumbido entre los deseos egoístas de los masters.

Entre el medio del desastre, un enorme objeto con forma de copa yacía, esperando a cumplir el deseo del ganador de la batalla de la década.

Una sombra se postro de frente al Grial.

-Finalmente... —las palabras salían arrastradas de la boca del hombre. Cayó de rodillas frente al Grial y estiro el brazo para tocarlo. — mi deseo...

-Detente ahí mismo HyukJae. —el mayor abrió grande los ojos. Como gran rapidez se puso de pie y giro, encontrándose con una joven adolescente sujetando una ballesta en manos.

-Tú... eres la Master de Lancer ¿No es asi? —la joven sonrió de lado, causando que HyukJae perdiese un poco la compostura. — ¿Cómo es posible?

Se suponía que la mocosa que manejaba a Lancer había muerto hacía tres días en un enfrentamiento contra Archer, lo que llevo a la muerte de ambos Masters y por consiguiente eliminado a dos contrincantes, pero ella estaba frente a sus ojos y la marca estaba intacta en su mano.

-Para empezar, ellos jamás nos vencieron. —sonrió. — Yo que tu miraría tus hechizos de comando.

HyukJae bajo la mirada a su mano y el terror comenzo a invadir su cuerpo cuando noto que la marca desaparecía lentamente. El estúpido de su Servant debía estar revisando los alrededores, no muriendo.

Saco las dos pistolas de sus bolsillos traseros pero una ráfaga de viento helado se hizo presente y lo siguiente que HyukJae sintió fue el desliz de una lanza en su pecho.

Aquellos que habían participado de la guerra y sobrevivieron tenían total conocimiento de la mocosa Master y su servant, un Lancer que aparecía y desaparecía con el viento, del cual nadie tenía una sola pista de su identidad.

Lo último que vio antes de perder la conciencia para siempre fueron hebras negras y una mirada oscura filosa que reflejaron su vida en un segundo.

Master y Servant vieron como el último obstáculo en su camino a la victoria era deshecho ante sus ojos.

La joven dejo salir un suspiro y apoyo la ballesta en su hombro.

Kim YeRim, de dieciséis años, fue participe accidental en la guerra y si no era gracias a las habilidades de su Servant, no hubiese sobrevivido al primer encuentro con los demás Masters.

Su recorrido comenzo gracias a que el olvidadizo de su profesor de baile TaeMin olvido una caja en la empresa y en el intento de devolvérselo, acabo invocando al guerrero.

Una persona normal hubiese retrocedido en cuanto supo en lo que estaba metido, pero ella continuo adelante porque tenía una hermana que salvar.

-¿Ahora si acabo, Lancer?—se acercó al rubio y este arqueo una ceja.

-Desde que me invocaste no me has llamado por mi clase, ¿Y ahora? —espeto.

-Por precaución. —YeRim rodo los ojos. — ¿Ya no queda nadie, SeHun?

El pelinegro dejo salir una sonrisa ladina.

-Somos los últimos YeRim, hemos ganado. —se cruzó de brazos.

Fate/Forbidden [HunRi/SeRi]Where stories live. Discover now