Capítulo 17 2/2

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PoV Harry

Una vez salimos de Hogwarts nos aparecimos directamente en la sala de Grimmauld Place. Me dirigí directamente al sofá y me dejé caer en él pesadamente. Estaba agotado, no había cerrado los ojos ni cinco minutos cuando el sonido de un sollozo llamó mi atención. Era Sirius, quien sin poder evitarlo lloraba desconsoladamente en el pecho de Remus.

-Shh Sirius, ya todo acabó, la pesadilla terminó- le susurraba.

-Fueron tantos años Rem, perdí mi vida en esa maldita prisión-

-Lo se Siri, fueron los peores años de mi vida también, vagando solo sin lugar al que pertenecer-

-Ya no estás solo- dijo Sirius saliendo de su escondite para mirarlo a los ojos.

-Ni tu estas encerrado- ambos se sonrieron dulcemente y finalmente se besaron.

-Muy románticos- dije yo con burla sin poder evitarlo.

-Oh si, mucho cachorro- dijo Remus riendo.

-Deja de hacerte el fuerte y únete al abrazo- dijo Sirius, yo solo rodé los ojos y me acerqué para que me rodearan con sus brazos.

Sí, yo podía ser el futuro amo de la oscuridad, señor de la muerte, cruel y capaz ligeramente sádico, pero también era alguien que valoraba la familia fervientemente, que los lazos con las personas que valoraban significaban muchísimo. Yo sabia amar con cada fibra de mi a quienes me amaban, pero también podía destruir con toda mi furia a quién se equivocará.

-Cachorro-comenzó Sirius- Hoy deberíamos hacer una visita que tiene mucho tiempo siendo retrasada-

-Lo sé- dije separándome de ellos.

Los tres nos dirigimos a nuestras habitaciones a arreglarnos adecuadamente. Tomé un baño, me puse una loción ligeramente floral, elegí ropas sencillas negras junto a su túnica y bajé. Abajo mis nuevos tutores me esperaban, sin decir mucho más nos tomamos de las manos y desaparecimos.

Cuando volví a abrir los ojos frente a mi se encontraba el pequeño pueblo donde todo había comenzado. Remus tomó mi hombro y Canuto mi mano, juntos me guiaron hasta que una casa semi destruida se alzó frente a nosotros. Por increíble que parezca la firma mágica de Tom todavía podía sentirse ligeramente o capaz solo yo podía ser consciente de ella, pero había algo más. Cerré los ojos y traté de sentir con más fuerza esa chispa de magia que me era tan familiar. Era apenas un resto de lo que seguramente fue, algo casi extinto, pero la calidez que me brindaba era enorme, mi corazón latía con fuerza cuando una imagen vino a mí: unos cabellos rojos.

-Mamá- susurré mientras abría los ojos de la sorpresa. Ambos hombres presionaron ligeramente su agarre en mi para darme su apoyo y luego me empujaron a seguir.

Momentos más tarde, ya nos encontrábamos en el cementerio, por unos segundos nos quedamos parados en la entrada de este, ya que ninguno sabia donde se encontraba la tumba que queríamos visitar. Cerré los ojos por instinto y algo en mi interior, donde antes el pequeño calor se había alojado, me dio a entender como proseguir. Seguí la ligera corazonada que poseía y para mi sorpresa al parar me encontraba frente a la tumba de mis padres. Sin querer evitarlo me dejé caer sobre mis rodillas y me senté en el suelo.

-Cuanto tiempo Cornamenta- dijo Sirius.

-Demasiado tiempo querido Lirio- complementó Remus. Ambos colocaron una mano en mis hombros y simplemente nos quedamos en silencio por un par de minutos.

-La verdad es que nunca pensé en presentarme aquí, siempre lo sentí como algo que no me haría una diferencia. Pero hoy es un día especial y queríamos compartirlo con ustedes- comencé, mientras que colocaba una pequeña piedra y la transformaba en una vela blanca encendida que nunca se apagaría.

-Cornamenta hoy por fin soy un hombre libre, hoy por fin puedo cumplir lo que un día te prometí: cuidar de tu cachorro si llegaba el día en que tú faltaras. Lamento haber tardado tanto hermano-

-Lili, tu hijo es un chico maravilloso lleno de fuerza y de magia, sé que estarías orgulloso de él, a pesar de que él mismo a veces lo dude- lo miré y alcé una ceja en su dirección, él solo me sonrió.

-Si bueno, no estoy seguro de si ustedes hubieran aprobado el camino que estoy eligiendo, no sé si elegirían a la supuesta luz por encima del sentido común de proteger a la magia misma, pero quiero pensar que eso no hubiera sido impedimento para que me amaran y respetaran-

- Ellos te seguirían hasta el fin del mundo tal como nosotros lo haremos cachorro- dijo Sirius arrodillándose a mi lado, Remus lo siguió.

- Bueno supongo que al final, solo quiero darles las gracias por amarme y protegerme- dije ligeramente cohibido.

Remus apuntó su varita hacia el suelo y de este unos lirios blancos comenzaron a salir hasta estar en su apogeo, lo oí susurrar unas palabras y una chispa ilumino las flores, las había hechizado para que nunca se marchitaran. Por otro lado, Sirius tomó una piedra mediana que había traído consigo, la coloco en el suelo y apunto su varita hacia ella, momentos más tardes una pequeña escultura de una pareja de ciervos era el resultado.

-Aquí les dejaremos una luz para iluminarlos, una muestra de vida y un recordatorio del amor que había entre ustedes. Nunca los olvidaremos, agradeceremos y honraremos su sacrificio, los amamos- dije para culminar.

Una ligera brisa pegó en nuestros rostros y una sensación de paz me invadió. Miré a mis queridos tutores y estos en su arranque de sentimentalismo me rodearon en un abrazo, yo simplemente cerré los ojos para disfrutar el momento.

PoV Narrador

Nadie podía verlos, solo capaz el amo de la muerte poseedor de la piedra de la resurrección, pero justo frente a las tres personas que se fundía en un abrazo lleno de amor, paz y comprensión, se encontraba una pareja que los miraba con una sonrisa. Lili y James Potter se encontraban abrazados frente a sus mejores amigos y a su hijo, ambos deseaban hacerles entender que nunca hubo nada que perdonar, que ellos sabían que todo lo ocurrido había sido culpa de cosas fuera de su control y por sobre todo, querían que Harry sintiera lo mucho que lo amaban, lo orgulloso que estaban de él y que supiera con seguridad que ellos lo hubieran seguidos hasta el fin del mundo.

Capaz por ese deseo tan puro de solo darles paz a sus seres amados, la magia misma intervino. Lili tuvo una corazonada y tal como su hijo momentos antes, la siguió. Tomó a James y juntos se unieron al abrazo familiar para brindarles todos sus sentimientos. Por un momento que para los que aun vivían se hizo interminable, James y Lili se hicieron vivibles, sus mejores amigos e hijo los vieron y sintieron. No perdieron el tiempo, juntos se aferraron entre sí dándose el amor y la tranquilidad que ambas partes necesitaban. Pero la magia tampoco puede evadir a la muerte, por ello poco a poco la pareja Potter desapareció nuevamente, eso sí dejando algo claro:

-Te amamos Harry-

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¡FELIZ AÑOOOOOOOOOO!

No me odien, yo los amo jaajja

Se que he tardado mucho, pero bueno he estado ocupada y sin inspiración la verdad. Espero que les haya gustado, ¡ya quiero que ver sus comentarios!

Besos,

SüßPichie

MarionetaWhere stories live. Discover now