Capítulo 13

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Soltando un profundo suspiro, se deslizó con suavidad agarrándole la mano, para dejarse conducir en un pequeño empuje a su espalda. Una vez allí, posicionó con delicadeza las dos manos en su hombro y allí apoyó ella su barbilla, para dedicarle una mirada feliz.

Drew, giró su cuerpo hacia ella intentando acariciarle la mejilla, sin embargo Garely se alejó de él guiñándole un ojo, mientras realizaba suaves círculos interiores hacia atrás, rodeándolo para volver acercarse a él, y girar los dos de forma sincronizada sobre sí mismos.

Después se dejó atrapar por la cintura con las dos manos, para poder ser alzada un momento al aire, mientras abría las piernas en diagonal, y volvía a ser posicionada en el suelo. Siendo sujeta en todo momento por la mano, para que girara dos vueltas sobre sí misma como una bailarina antes de dejarse caer hacia él, siendo tomada por sus hombros y vuelta a subir, para realizar dos vueltas más sobre sí misma mientras se iban deslizando suavemente por el hielo, antes de separarse cada uno por un lado e ir realizando una danza de giros hasta volver a reencontrarse e ir alternando un par de giros, finalizando así con Garely yendo hacia él de frente con los brazos cruzados tras la espalda como niña buena. En esa posición, él la alzó contra su pecho, utilizando como punto de apoyo las dos manos cruzadas de ella, y patinando así un rato en sentido contrario mientras se escuchaban los aplausos del público por aquel movimiento.

¿Notaría Drew, sus aceleradas pulsaciones por aquella cercanía? Sus labios rozaban su garganta, como los de él la suya, pensó por un momento, ajena a los aplausos.

Drew la volvió a bajar al hielo, dándole un pequeño empujón para que siguiera con el ejercicio que tantas veces habían ensayado. Él danzaba por un lado de la pista y ella por el otro, hasta que los movimientos que iban realizando los conducían hacia el centro de la pista en donde se abrazaron y realizaron juntos una pirueta arabesca de cinco vueltas. Finalizada aquella pirueta con una magnífica sincronización, se volvieron a separar y a encontrar de forma intermitente a través de secuencias de giros por toda la pista, mientras el público volvía aplaudir, por aquellas piruetas sincronizadas con tanta delicadeza como la suave melodía.

Se volvieron a unir, para sujetarse por la mano y patinar un tramo marcha atrás preparándose para el siguiente movimiento, un movimiento obligatorio y que tantas veces habían ensayado.

Aguantó la respiración y Drew, sujetándola por cada mano la alzó sobre su cabeza. Cuando vio que el equilibrio estaba logrado, Garely se soltó de una de ellas y abrió un poco más las piernas provocando así otra ola de aplausos del público, antes de ser bajada al hielo y realizar un giro de tres, para posteriormente realizar los dos de forma sincronizada un triple axel, enlazado con un Toe Loops, consiguiendo así más aplausos por su gran representación dada hasta el momento.

Siguió patinando suaves movimientos, hasta que notó las manos de Drew cogerla por la cintura y volver alzarla un segundo al aire, para soltarla de repente, y sujetarla con rapidez en un abrazo contra él mientras le daba un beso en la mejilla, sacándole así una sonrisa, porque sabían que por el momento todo iba bien. Siguieron realizando más movimiento de danza cogidos de la mano, hasta que la música iba llegando a un punto tierno, en el cual decidieron efectuar así el giro de la muerte con Garely bien cerca del suelo. Magnífico, la gente volvía aplaudir infundiéndoles más ánimo.

Seguían deslizándose por la pista, con la misma suavidad que la melodía. Drew tiró de la mano de Garely, para acercársela a él y así poder sujetarla por la cintura mientras seguían deslizándose en línea recta. Cogió impulso, y con gran fuerza la alzó por los aires para que esta realizara un triple axel, y realizara también una magnifica salida con la misma velocidad que había entrado. Todo el mundo aplaudía, sabiendo que ya se acercaban al final.

Unos pocos segundos más de sincronizaciones por la pista cogidos de la mano, y Drew volvió alzarla aunque aquella vez con ella horizontal por los aires, como si estuviera acostada y flotara por las nubes. Después, la bajó a los hombros pero en la misma postura, formando aún una gran T. Hasta que ella, se reclinó hacia delante y Drew empezó a girar sobre sí mismo, mientras que ella se iba deslizando hacia el suelo, sujeta a su cuello. Una vez que sus pies tocaron el hielo, él terminó de girar y abrazándola por la cintura la reclinó hacia atrás, para posicionar sus labios sobre los de ella y así finalizar el ejercicio.

No escucharon los aplausos de la multitud enloquecida, mucho menos se enteraron de sus calificaciones. Solo existían ella y él, en su mundo. Un mundo perfecto de hielo por un precioso instante.

Cuando se separaron, Garely se sentía en las nubes. Drew sonreía con dulzura.

–Garely, yo me porté como un estúpido... sí, un completo tarado. Pero tenía tanto miedo –ella lo iba a interrumpir, pero él puso un dedo en sus labios–. Sé que te hice daño, no sabes cuánto me duele lo que hice; y sé que ya lo dije, pero tenía miedo. En realidad, tengo miedo... porque yo también te amo, Garely. No sé cómo sucedió y no me interesa mucho... –rió, nervioso– pero sé que te amo y quiero estar a tu lado. Tú eres una estrella... mira a tu alrededor –pronunció con ternura y Garely alzó sus ojos hacia el público que los ovacionaba de pie y arrojaba ramos de flores a la pista–. Es por ti. Todo por ti... yo soy, tengo esperanzas por ti.

–Drew, yo... –sus ojos derramaron lágrimas de emoción, alivio, felicidad, tristeza, rencor. Todo lo que había guardado en su corazón por tanto tiempo–. Yo... no sé qué decir...

–¿Qué te parece... "te doy otra oportunidad porque te amo"?

–No, creo que eso no –negó ella–. Drew, te doy otra oportunidad... –repitió y dejó la frase ahí.

–¿Solo eso? ¿Y qué más?

–Nada más de momento. Tendrás que trabajar mucho para escuchar algo así de nuevo en mis labios.

–Lo haré con gusto, Garely. Por cierto, ¿tuviste en cuenta que seguimos en la pista?

–Sí, Drew, ya lo noté; pero, aquí es donde pertenecemos, ¿no? –ella lo besó rápidamente y sonrió–. ¡Somos estrellas sobre hielo! –exclamó y el público aplaudió cuando él la volvió a tomar en brazos para sacarla de la pista, cargándola, tal como la había llevado.

Fin

Estrellas sobre hieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora