Arde

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Hubo el día que todo nos salió mal, el día que creíamos que iba a ser el final, el día que el fuego se apagó, que las cenizas en nuestras pieles se convirtieron en cicatrices que jamás se podrían quitar.
Perdóname, jugué con la llama encendida de nuestro fuego y sin querer lo apagué. Perdóname porque aún quedan cenizas en el suelo y las estoy intentando recoger.
La llama está apagada y yo solo pido que me perdones y así volveremos a arder.

Querido Mundo, Tengo PreguntasWhere stories live. Discover now