[1] -Bienvenida-

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La luna iluminaba aquella noche con su resplandor único siendo testigo de la llegada del héroe a su hogar, aunque el esperaba a otra persona.

El departamento tenía las luces apagadas, normal para la medianoche. 

Dejando sus maletas en la entrada, prendió la luz correspondiente a la sala. ya hecho, escucho un quejido proveniente del sofá.

No pudo evitar formar una media sonrisa al ver a su razón de vivir acostada en el mueble completamente dormida. Ella la estaba esperando, o al menos eso pudo deducir al ver como en la mesa adjunta se encontraba su platillo favorito, una tarta y refresco para acompañar.

La culpa lo invadió, tal vez debió haber avisado que su vuelo se había retrasado y que llegaría unas horas después de lo estimado...

Espera un momento... ¡él lo hizo!

~¤~

-Fea, escúchame bien. El avión se atraso , no llegaré ahí en la tarde como predije. -escucho como había susurros de la otra línea- ¡hey! ¿me estas escuchando, idiota?

-¿ah? Oh, si, tu también eres un pendejo kacchan

-... -suspiro con molestia, no por el apodo, de hecho le gustaba cuando venia de ella- últimamente estas más estúpida de lo normal ¿algo anda mal?

-¡No! Digo, no es nada, tranquilo -el silencio del otro lado le dio a entender todo lo contrario- c-como sea, nos vemos después cariño. ¡No tardes!

-¿no tardes? Siquiera me has... -pero ella ya había colgado- ... -su rostro mostraba la lucha por contener su ira-

~¤~

Se sentía enfadado al notar que no le había puesto atención a sus palabras, pero se tranquilizó al ver como la mujer descansaba plácidamente...

-¡Ni una mierda me tranquilizo!

Rebelándose ante las palabras de la autora, con una sonrisa para nada amistosa, acerco su mano cerca al rostro de la durmiente. Seguido puso en funcionamiento su peculiaridad causando un resultado similar a las bromas por año nuevo a causa de la pirotecnia.

El de ojos carmín solo soltó una carcajada ante la reacción de su mujer, amaba oír el puñado de insultos que soltaba.

-mi nariz... -usando su derecha acarició la zona adolorida- ¡¿quien mierda hizo esta estúpida... broma? -alzó la vista encontrándose con el responsable quien aun mantenía una sonrisa burlona-

-se dice: Bienvenido esposo mío, me voy a poner la lencería que te gusta sólo espera un minuto, por favor

-¿K-Katsuki?

-No, que va -su nivel de sarcasmo superaba los cinco mil- ¿quien más podría ser, imbécil?

-Todoroki tal vez... -el rubio subió a su cuarto sin siquiera mirarla, su psicólogo/jefe Best Jeanist le recomendó eso para evitar destruir su apartamento, como la otra vez- ¡Katsuki, espera! ¡Era broma! ¡Era broma!

Con miedo a que este se encerrase en su habitación y explotara alguna de sus posesiones, le siguió torpemente.

Tal vez fue mala idea el responder con el nombre de la persona que consideraba como amenaza por ser quien le robó el primer beso a su mujer, aunque fuera por un reto; además de que sabía que mantenían contacto, obviamente, como amigos. O quizás fue porque le quito protagonismo en una entrevista de héroes... En cualquier caso odiaba al de dos colores.

Bakugou -Escenarios Bnha-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora