Capítulo 4 ¨Conflicto, Recuerdos y Resignación¨

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-Alisé-

Esteban: ¡imposible… e-ella!- seguía observándola- no puede ser ella.

Esas fueron las palabras de uno de los sujetos que se encontraban  frente a mí, unos completos desconocidos para mi, unos que tenían que ser eliminados ya que me tenían como enserada tal vez no en una prisión como Marcos pero al igual estaba en un lugar desconocido para mis ojos.

Mayer: Bueno hasta que despiertas- dijo en un tono burlón- ya era hora no crees

Elai: hola como te encuentras-dijo con unas palabras dulces

Pero en los ojos de cada uno de ellos se notaba el desconcierto, el temor e incluso el horror como temiendo que los aniquilara aquí mismo, lo cual pienso hacer, pero primero quiero hablar con mis victimas así disfrutare más de sus muertes.

Alisé: Quien demonios son ustedes porque me tiene en este lugar?.- su vos salió en un tono sombrío y  sepulcral como la muerte misma

Johana: Qu-que a-a sido eso?- pegunto con algo de horror en su tono de vos pero tratando de ocultarlo lo cual a simple vista no resulto para nada- e-en ver-verdad es ella

Elai: temo decirlo pero es verdad, es ella

-Esteban-

Como era posible que fuera ella no podían creerlo ni Johana y Esteban, de echo si Elai y Meyer no la hubieran visto en esas visiones tampoco lo hubieran creído, y de echo al verla podrían jurar que dudaron por completo.

Alisé: No lo volveré a preguntar, Quienes son y que hago en este lugar?- pegunto pero en verdad no reflejaban nada ni sus palabras ni la expresión de su cara

Todos se miraron mutuamente no sabían que responder, ya que ella tenía que saber quiénes eran o al menos eso era de lo que se tenía que encargar Alex de explicarle o porque no los reconocía eso era algo que cada uno de ellos tenían muy claro desde niños antes de que todos se encontraran, ya que era el trabajo de sus padres prepararlos para la guerra que se aproximaba a gran velocidad, o acaso era que Alex los había traicionado?, no lo la había encontrado?, que era lo que había sucedido en ese lugar?.

Esteban: que acaso no lo sabes?, que no sabes lo que está en jugo?

Alisé: no se dé qué demonios me están ablando, yo no tengo porque saberlo, jamás los he visto en mi vida, así que déjenme salir de este lugar ahora

Johana: no tenemos porque ase eso ángel-respondió con una mirada retadora para la chica y una risa sínica- acaso eres tan tonta para no entenderlo a que estuviste haciendo en ese lugar aaa, acaso jugando al té y a las muñequitas, que no sabes ni quien eres, jeje,-dijo algo burlón lo cual me sorprendió ya que hace unos momentos parecía estar asustada, a no ser que lo estuviera pero tratara de ocultarlo siguió con su mirada fija hacia la linda y lúgubre chica que seguía sin mostrar un atisbo de emoción, es como si atuviera muerta.

Meyer: Johana es mejor que guardes silencio no sigas con esas estupideces, deja de provocarla… que quieres comprobar?

Johana: qué?, que quiero comprobar?… pues nada ya que veo que lo único que ay frente de nosotros es un saco viejo, una estúpida que no sabe nada- dijo escupiendo sus palabras con un atisbo burlón- ni siquiera creo que sea ella- dijo mirándola- creo que es una espía, de veríamos matarla, eso tal vez le agradara… ya sabes él quiere una guerra y que mejor que este pretexto para comenzarla… después de todo es a eso o lo que se dedica… o tal vez deberíamos devolvérsela, Marcos se pondrá feliz por e...- no termino de hablar y yo no pude poner sobre aviso a Johana

Ya que la chica de un momento a otro estaba sobre ella sujetándola del cuello, casi partiéndoselo por la mitad, Johana estaba perdiendo el color de sus mejillas rosadas tomando un claro color blanquizco en la cara, un silencio asfixiante y un estado de shock en cada uno de nosotros, que desapareció al escuchar las palabras de la chica de la cual desconocíamos su nombre hasta el momento ya que Alex no nos lo rebelo, al escuchar sus palabras escupidas con odio y un pequeño gemido que salió de la boca de Johana no hiso reaccionar para des pues abalanzarnos contra la chica ya que parecía un maldito demonio

Ángel Sin CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora