11 de Julio de 2013.

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Despierto, para mi sorpresa en un lugar distinto, es una nueva habitación. Estoy en una cama, me toco rápidamente, tengo ropa otra vez, un pijama, ya no tengo esposas, ni estoy amarrada.

Me siento en la cama y observo todo a mi alrededor. Esta habitación es por completo diferente, hay un vestidor, un tocador, un escritorio y librero, igual que dos mesas de noche, todos en color blanco de roble macizo, la cama tiene dosel y toda la ropa de cama igualmente es blanca. El vestidor no tiene puerta, pero el baño sí, aunque no tengo la intención de entrar, sólo me paro a observar, tengo un cuarto amplio, mucho, la cama está situada justo en medio de la habitación, la puerta principal se encuentra justo frente a la cama, igual que el tocador, y del lado izquierdo baño y vestidor y del lado derecho está el pequeño librero con apenas y decoraciones y un escritorio con casi nada más que una libreta y algunos lapiceros. Toda la decoración se encuentra en los mismos tonos blancos, beige y algo de café, es bello, pero no era algo que yo escogería. Necesito el contraste, el calor de lugar y colores.

Regreso a la cama, y la luz de las lámparas se enciende, encuentro varias hojas, las tomo por curiosidad, aunque mi instinto me dice que lo haga, porque por algo están ahí, y no me equivoqué, es un contrato, con muchas cláusulas y puntos, muchos que me abrumaron en el segundo en el que lo hojee, pero ya no hay vuelta atrás, por propia protección había aceptado aquello, tampoco me quiero morir y el protegerme involucra aceptar lo que este hombre me está, sí, mandando.

—Quiero que lo leas detenidamente y que aprendas lo que me gusta y que no.

—¿Y porque tengo que? —le digo irónica después de reprimir el susto que me provocó.

—Porque ahora me sirves y hay reglas y protocolos que debes llevar a cabo, la primera parte yo ya la cumplí, te cambié a este bello lugar, igual de vigilado sí, y con las pertinentes protecciones en las puertas y ventanas, lo que sigue, te toca a ti Nicole.

—Tú dijiste que lo que querías de mí era un hijo, no que siguiera órdenes.

—Creí que eras más inteligente Nicole. Antes de que tengas el privilegio de que yo te toque hay cosas que debes de hacer. Todo lleva su proceso. Así que léelo con detenimiento, apréndetelo como si fuera una de tus clases porque no hay nada que negociar, ese contrato no va a cambiar.

—¿Entonces es un reglamento? —lo miro y él me asiente—. Eres un...

—Shh, no digas algo de lo que te puedas arrepentir, ¿entiendes porque tienes que leer ese contrato? No cometas errores de los que puedas sufrir.

—¿Planeas alargar esto verdad? ¿Pretendes hacer muchas cosas conmigo antes de dejarme embarazada?

—Mira, creo que por fin haces dotes de ese talento e inteligencia que tienes —se aleja de mí, y evita dar más explicaciones—. Antes que continuemos conversando quiero que comas, tu necedad te hizo bajar mucho de peso, quiero verte bella y repuesta nuevamente, así no me inspiras muchos deseos —Erick me mira de arriba hacia abajo—. Sinceramente no creí que aguantaras tanto, 2 semanas, vaya que fue mucho.

—¿2 semanas? —reacciono ante su comentario, ¿me ha tenido cautiva más de 2 semanas?—. ¿Es ya Julio?

—Sí, y tú debiste de comenzar la investigación. Pero no te preocupes ya lo cubrí, hay quien la haga por ti.

Volteo enojada, sabía que era el inicio de mucho sufrimiento.

—¿Disfrutas esto?

—No sabes cuánto mujer, el control es algo que yo amo —Erick se acerca a mi nuevamente a mí y eleva mi barbilla—. Tienes una hora para leer el documento, hay un reloj en el cajón de la mesa de noche, quiero que lo traigas cuando yo te lo pida y lo dejes ahí mismo cuando te diga que no lo uses, te veo en una hora Nicole.

No sé qué es peor, si saber que no vamos a negociar ese contrato, ya que dijo que lo discutiríamos y nunca estableció que pueda hacer algún cambio de algo o saber que las cláusulas de este maldito contrato las tengo que seguir para que él pueda... embarazarme.

Erick se marcha, no sin antes poner llave a la puerta. Tengo que concentrarme, apegarme a ese plan, no puedo simplemente seguir como estaba, tengo que encontrar sus debilidades, aunque una la tengo más que identificada; perder el control, es como despojarlo de todo. Le voy a dar el gusto en darle lo que él desea de mí, pero solo será para complacerlo y hacerlo creer algo que no soy yo.

Me levanto nuevamente de la cama para poder leer de una buena vez aquel contrato. En ese momento me da igual moverme, sé que apenas comienza todo esto y tengo que estar consciente y sobre todo preparada para saber a qué y a quien me estoy enfrentando, estaré viviendo con mi enemigo bajo el mismo techo y eso ya llevaba por naturaleza demasiadas desventajas. Estar tan frágil y débil físicamente es peor, así que informarme es el primer paso para mi plan. Tener amplio conocimiento de a dónde me va a llevar este hombre, y saber con exactitud ¿qué es lo que desea de mí?

Tomo las hojas y respiro, su maldito reglamento me está matando desde antes de leerlo, pero tengo que saber qué es a lo que me estoy enfrentando de una buena vez.


Atrapada ||Completa||Where stories live. Discover now