Perdida en tu mundo

Una llamada, una única llamada. A veces pienso que si nunca hubiera cogido esa llamada podría haber  evitado todo lo ocurrido. A veces, por un  milisegundo, pienso que todo esto no ha pasado, que todo sigue igual que hace 6 meses. Otras en cambio pienso que nunca volveré a ser la que era. Nadie me enseñó que debía hacer en estos momentos, como podría seguir adelante. 

 ¿Te acuerdas de lo que me dijiste aquella noche? ¿De lo que me prometiste? Me dijiste que nunca te irías de mi lado, que nunca me dejarías sola pero lo has hecho. 

Mi padre decía que de todo se sale o al menos eso decía. La vida le quitó una de las dos cosas más importantes de su mundo. Mi madre. La persona que le ayudó cuando el más lo necesitaba, la única persona que no le abandonó.

Parece que fue ayer cuando la vi por última vez, me dijo que no tardaría y que cuando llegara me ayudaría hacer la mejor tarta  para mi cumpleaños. Pero ella nunca volvió. 

Y entonces apareciste tú. Es algo increíble como una persona puede hacer que tu vida cambie tan rápido. Como una única persona puede conseguir sacarte una sonrisa en los peores momentos. Me enseñaste el significado de  la palabra amor. 

Tú me enseñaste que debes luchar. Luchar por el amor que sientes. Debes aprender, recapacitar, escuchar. El amor no son solo besos y caricias, ni palabras bonitas. No son recuerdos estancados ni vivos. El amor es el momento. El momento de demostrar, respetar. De enamorar cada día con pequeños detalles, con grandes gestos. El amor ayuda a vivir, a ser feliz. Lo conseguimos, porque no existe amor sin ti. Y el amor también es dar las gracias, perdonar, sonreír y mirar a los ojos. El amor es ese momento en el que sientes que estás soñando, mueves la mano y notas como  puedes tocarlo. El amor es esa persona. El amor eres tú.

Y por tu culpa ahora no se que hacer. No me enseñaste a vivir sin ti. No me enseñaste como seguir adelante.Te has ido y ahora estoy sola. Perdida en un mundo  del cual no sé salir.