EL HIJO DEL MAL Y EL SIRVIENTE DEL MAL PARTE 2/2

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La princesa Miku volvió a su habitación después de una charla con su consejero, sobre su mesita de noche encontro una carta con una rosa azul, la tomo y la leyó:

Querida princesa

Una disculpa por lo que paso la otra ocasión, he estado pensando lo que dijo y he considerado el volverme su sirviente, ¿le parecería si lo hablamos en el bosque esta noche?

Kaito Shion el sirviente del reino amarillo

-ah es de Kaito- dijo con una sonrisa y corrió fuera del castillo, se apresuró a llegar al bosque y sintió que alguien la jalo de la mano- OH eres tu- dijo viendo al peli azul- sobre lo que dijiste- no hay nada que me haga querer dejarlo, no dejare al rey Len ni al reino amarillo- desenvaino la espada- y ahora le mostrare que nadie se interpondrá entre nosotros- así que se puso celoso ¿no?- dijo con una sonrisa- había escuchado rumores sobre el supuesto amor entre un rey y su sirviente, no pensé que se trataba de él, está bien es mi destino y yo lo acepto- acerco la hoja de la espada y dudo antes de atacar, pero recordó las palabras de Len y termino con su vida.

Mientras en el castillo Gakupo buscaba a la princesa, encontró la nota y corrió a buscarla, la encontró tendida sobre el suelo- ¡¡NOOO!!- grito mientras la tomaba en brazos- ¿Quién te hiso esto?- dijo en llanto, a lo lejos distinguió la figura de alguien pero no pudo reconocerlo, a lo lejos se veía un resplandor de color rojo, se trataba de todo el reino de verde, incendiándose y a los habitantes tratando de apagar ese fuego, a la distancia con el sentimiento de culpa Kaito veía arder y consumirse el reino, con muchos inocentes ardiendo.

Regreso al castillo, ya casi era la hora de la merienda, Len estaba sentado a la mesa, Kaito entro con el carrito de la comida y se lo entrego, su expresión en el rostro del rubio era fría- ¿lo hiciste?- le pregunto sin mirarlo- sí, no queda nada- dijo mientras le servía él te.

-bien ¿Qué hay hoy para merendar?- y sorbió un poco de te- el día de hoy te prepare tu comida favorita y de postre flan recién hecho- el más pequeño soltó una risita- me conoces muy bien- le dedico una pequeña y dulce sonrisa- es mi deber saberlo- dijo devolviéndole la sonrisa, el menor lo jalo un poco de la camisa, volteo asía atrás revisando que no había nadie y lo beso con dulzura en los labios, Kaito correspondió sin dudarlo, mientras a sus espaldas la vida del pajarito azul había terminado y ya hacia inerte en la jaula.

El peli azul volvió a su cuarto y se recostó sobre la cama, a su memoria transcurrían una por una las escenas vividas del día anterior, se sentía culpable por escuchar esos gritos y ver como se incendiaba todo- Len es bueno- se dijo así mismo- él es bueno- trataba de convencerse a sí mismo y una a una sus lágrimas de arrepentimiento comenzaron a fluir. Seco sus lágrimas y se dirigió al cuarto de su novio, ya hacia dormido sobre la cama, se acercó a él y lo tomo de la mano- siempre cuidare de ti- susurro en la oscuridad.

-¿dices que fue el?- sí, no hay nadie más- dijo el peli morado a la pelirroja sentada enfrente de el- y ¿Por qué me lo dices a mí?- porque tú eres quien dirige el ejército, sé que hace poco falleció tu esposo, y el culpable no es otro que el rey Len Kagamine, él fue el que dio la orden podemos acabar con el de una vez- ya sospechaba que se trataba de él, de acuerdo te ayudare Gakupo- y se estrecharon las manos sellando el pacto.

A la mañana siguiente Kaito se paseaba por el pueblo, Len estaba tomando una siesta, paso junto a un bar muy concurrido y escucho sin querer la plática que sostenían ahí adentro- hoy será el fin del rey Len- Kaito se detuvo y escucho con más atención- si todos combatimos juntos será su fin- planean derrocar a Len- pensó- no lo permitiré- corrió de nuevo al castillo.

Entro a la habitación del padre de Len y se cambió la ropa por una de él, corrió en dirección a la recamara de su novio, todo el pueblo junto con los sobrevivientes del reino de verde y Meiko se disponían a entrar, empujo la puerta, el rubio ya se encontraba despierto debido al ruido que hacían todos, se asomó y vio a una gran multitud reunida- Len- lo llamo- ¿Qué ocurre?- se asombró al ver su ropa- Kaito ¿Por qué estas..?- shuu- dijo poniendo un dedo en sus labios- no hay tiempo para eso ven conmigo- lo tomo de la mano y salieron corriendo.

LA SAGA DEL MAL.- (KAITOXLEN)Where stories live. Discover now