Capítulo 3 Lluvia de estrellas

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Disclaimer: Fairy Tail no me pertenece, pertenece a Hiro Mashima

Capítulo 3

JELLAL FERNANDES

LLUVIA DE ESTRELLAS

-¿Estas segura de que aquí estarás bien?- preguntó una vez más antes de dejarla ir y seguir su camino- ¿De verdad no quieres venir conmigo a Fairy Tail?

-Me agrada Fairy Tail- contestó ella con una sonrisa triste- Sé que allí sería muy feliz, contigo, con Juvia, con el resto... pero se lo prometí a ella, tenía que darme la oportunidad de amar y dejar de tener miedo a que me lastimen... Tengo que enfrentarme a este reto, ya lo he demorado demasiado.

-Te comprendo... en el fondo se que este es tu lugar- dijo mirando el emblema del gremio que se alzaba sobre la puerta de edificio- Lamia Scale...- suspiró- Espero que seas muy feliz aquí Meredy, de verdad, y si Lyon se atreve a hacerte sufrir aunque sea un poco, házmelo saber por favor, vendré rápidamente a darle su merecido.

-Te creo- contestó la pelirrosa riendo- Ahora márchate- instó- Juvia ha de estar esperándote en Fairy Tail.

-Nunca podré agradecerte lo suficiente todo lo que has hecho por nosotros, te debemos la vida.

-Tu has cuidado de mi todo este tiempo desde que formamos Crime Sorciere, es lo menos que podía hacer, era mi turno de poder ayudarte a ti.

-Me has ayudado mucho más de lo que crees Mer, espero verte pronto, antes de que ocurra lo que todos pensamos- añadió en tono sombrío.

-No te preocupes por ello ahora, no tiene caso. Corre a Fairy Tail y comprueba que Juvia esté bien, no me quedé tranquila al dejarla ir sola.

-Yo tampoco- reconoció- pero era nuestra única alternativa, no podíamos quedarnos los dos, y yo estaba muy malherido como para ir con ella, ella necesitaba ir a pedir ayuda.

-Lo sé- dijo Meredy angustiada- Pero esperamos una semana a que ella volviese con ayuda, y no apareció. No quiero pensarlo, pero temo que pueda haberle pasado algo.

-Tienes razón. Será mejor que me ponga ya de camino. Cuídate Meredy, te escribiré en cuanto sepa algo- se despidió de ella con un beso en la frente y siguió su camino hasta Magnolia.

No quería preocupar más a Meredy, y menos cuando ella estaba a las puertas de la verdadera felicidad, pero realmente estaba muy preocupado por la maga de agua. Juvia siempre cumplía su palabra y ella prometió volver con ayuda, y sin embargo, a pesar de que esperaron, tanto, que incluso habían podido recuperarse sin necesidad de esa ayuda que habían solicitado, ella nunca apareció. Además, Meredy había perdido la conexión que tenía con ella a causa de lo débil que estaba, por lo que no podía corroborar si estaba bien o mal con su magia. Tan solo esperaba que hubiese llegado a Fairy Tail y para cuando partieron en su ayuda ellos ya se hubiesen marchado y que ahora estuviese en el gremio, a salvo junto al resto de sus compañeros.

Un año antes se sorprendió cuando la Locksar le pidió poder acompañarle en su viaje de redención. Él se veía obligado a hacerlo, había viajado mucho esos años, sí, pero su objetivo era erradicar los gremios oscuros, sin embargo, esta vez era un viaje para él, un viaje en el que la ley no lo considerase un criminal. Necesitaba ver el mundo después de la tormenta de oscuridad que lo había arrasado, comprobar si el mal que él había causado había sido reparado y si la luz volvía a guiar los pasos de los magos.

Meredy decidió acompañarle, le dijo que también necesitaba ese viaje. No había pasado buenos tiempos desde que Ultear había utilizado el Arca del Tiempo por lo que quería poder encontrar una nueva razón para ser feliz. Su amiga se había ido, pero debía recordar poder volver a ser feliz, pues es eso lo que ella hubiese querido. Ya había sufrido demasiado. Además, no se sentía mentalmente preparada para dejar a Jellal, él las había rescatado de la verdadera oscuridad, y él la había cuidado por todos aquellos años. Sabía que siempre necesitaría a Jellal, era como el hermano mayor que nunca había tenido y hasta que encontrase esa nueva razón, ella le haría compañía. Eso fue lo que la pelirrosa le dijo. Él no pudo negarse, de la misma manera la consideraba su hermana pequeña y la quería como tal.

El Sacrificio de las HadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora