Illicit Crown (l.s)

Capítulo 2.

Se recibía una mañana gris en el Palacio de Buckingham. La Reina María desayunaba en su alcoba, mientras que el Rey Jorge se alistaba para las conferencias y reuniones que disponía en el día. 

Las nubes tornaban el ambiente un poco triste y desolado pero a Harry no le importaba. Apenas se había levantado, respiró un aire de liviandad y alegría. Para él, hoy sería un buen día. 

Su hermano Eduardo se encontraba desayunando en el comedor en el momento en que él entró en la sala, ambos asintieron con la cabeza en forma de saludo. 

La relación con su hermano no era muy estrecha, aunque a ojos de la prensa y por supuesto de la sociedad eran muy amistosos entre sí, en realidad no habían desarrollado una relación muy familiar a lo largo de los años. Harry creía que esto se trataba a que él era quien heredaría La Corona, algo que Eduardo anhelaba poseer desde pequeño. Aún podía recordar cuando jugaban en los jardines del Palacio, como su hermano siempre protagonizaba el papel de Rey a la hora de realizar obras infantiles frente a sus padres. 

Se sentó junto a su hermano, al momento en que una de las sirvientas le disponía de su té. Hoy era un día atareado para el Príncipe Harry, pero de manera positiva. Su itinerario estaba mas que lleno, pero concreto y simple. 

Entonces, una vez terminado su té, saludó a su hermano y salió por la puerta principal. 

Afuera, ya se notaba el aire del invierno que se avecinaba, las bajas temperaturas tan reconocidas en la Gran Capital indicaban el cambio de temporada. Sin embargo, a Harry no le importaba, aún así cuando su primera cita era en el exterior, nada menos que en el Wellington Riding Centre. Así es, ese día había sido invitado a un partido benéfico de equitación donde personas de índole importante jugarían para ayudar al Hogar de Niños de Londres. 

El Duque de Cambridge, su primo, estaba invitado así también como el Duque de Edimburgo, mas bien conocido como su otro primo Liam. A Harry le gustaban los deportes, sobre todo la Equitación y el Golf, le daban una paz que pocas veces encontraba, solo con sus libros y la escritura. 

Cuando llegaron al club Wellington pudo ver que ya se encontraba atestado de gente y aún así faltaba media hora para que comience el partido. Las personas se agolpaban contra las vallas que separaban a la multitud de las diferentes figuras importantes que entraban con sus coches al recinto. Harry, a pesar de ser de La Familia Real y llevar años viendo lo mismo, todavía no entendía el fervor y el amor que la sociedad inglesa emanaba hacia su familia. Porque bien sabía él que todas esas personas se encontraban allí porque él y sus primos iban a participar del partido. 

Una vez que llegaron al campo donde se realizaría el partido, vio a su primo Niall ya vestido con el uniforme de equitación hablando con algunas personas que se encontraban dándole la espalda.

- ¡Príncipe Harry! - Llama Niall un poco fuerte, atrayendo la atención de algunas personas a su alrededor - Es un placer verlo aquí, Príncipe. Ven, estoy con algunos compañeros de equipo y algunos contrarios. 

Los hombres, quienes eran tres en la ronda, hacen una reverencia hacia él. 

- Este es el Almirante de la Marina Real Británica, Andrew Browne Cunningham, será nuestro enemigo hoy pues forma parte del otro equipo - El hombre en sí hace una reverencia. - Además, el gran actor teatral y cinematográfico, Brian Aherne, quien estará en nuestro equipo - Quien también hace una reverencia - Y el te... Oh, ¿Alguien sabe dónde está el Teniente Tomlinson? Estaba a mi lado hace unos segundos. 

En efecto, Harry podía observar que su nuevo compañero de equipo ya no se encontraba con ellos. Carraspeó un poco incomodo. 

- Bueno, si no es mucha molestia, voy a ponerme el uniforme - Harry saludó a los hombres y se fue.