En Mis Recuerdos

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El destino y el amor son algo que nadie puede manejar así como tampoco predecir, estos se escriben solos, dejándonos solo un camino a seguir...

Nunca había tenido tiempo más que para la música, y esta había llenado su vida, después de todo esta era su pasión, su amor, hasta podría decir que su vida. Su vida, pero que pasaba con ella, pues desde hace unos días no se sentía completo, por más que trabajara en ella, la escribiera, la cantara...aun había algo que faltaba.

SolidS, era su unidad. Dai, Rikka y Tsubasa sus compañeros por los cuales siempre se esmeraba. Haciendo sonar sus voces y sentimientos en cada letra, más allí en medio de todo su trabajo había un vacío que no lo dejaba en paz.

Y se preguntó qué era eso, más la respuesta se negaba a llegar. Era como una venda en sus ojos que no le dejaba ver más allá.

Desde que SolidS tomo forma y vida, todos sus sentidos se centraron en los miembros, buscando con solo observar, sus almas para así poder reflejar más allá que solo música. Porque como le hiciera recordar Tsubasa, aquella tarde que lo conociera junto a Dai, su música era algo que no podía verdece a cualquiera. Su música era algo más.

Todo bien, Darling? – esa voz que tanto conocía que regreso de sus pensamientos, donde se perdió mucho tiempo –

Todo bien, Honey – respondió con una sonrisa permitiendo que el rubio se recostara en su hombro –

Seguro? Llevas tiempo callado, mirando hacia la noche – su mirada dorada busco la morada –

Solo recordaba – respondió con simpleza –

El qué? – la curiosidad del rubio hicieron sonreír al mayor –

Solo cosas – se limitó a decir para enfado de su rubio, que jamás gustaba de quedarse con la duda –

No me dirás – el puchero que se formó en su rostro, le hicieron más gracia aun al peli morado –

Porque quieres saberlo? – cuestiono, ganándose un sonrojo por parte de Tsubasa que desvió la mirada tratando de ocultar su sonrojo –

Está bien si no quieres decírmelo – expreso con cierto enfado, para luego girarse y regresar al interior de la sala –

Tsubasa – llamo más este no se giró a responder – aun me pregunto cómo me enamore de él – soltó en un suspiro, antes de seguir a su rubio debía arreglar la situación, no era de su agrado el enfadado de su canario –

Si sigues así solo terminaras en un hospital! – esa tarde Tsubasa había ingresado a su estudio de una forma intempestiva y se puso a reclamarle el descuido de su salud –

Estoy bien – ignoro la mirada de angustia y enfado del rubio y regreso su atención a las pantallas –

No, no estás bien! – Nuevamente el rubio había impedido que siguiera con su trabajo – no has comido o dormido en tres días y eso no es normal – le gruño, para luego tomarlo de la mano y jalonearlo hasta ponerlo de pie – quiero aun Shiki vivo y no uno muerto – lo escuchó murmurar –

Rikka me trajo café – expreso mientras ponía resistencia a dejar la habitación – además aun me fal...- sus palabras fueron calladas por la voz del rubio –

Bien! Si quieres morirte, hazlo pero luego no quiero cargar esto en mi conciencia – grito con enfado dejando la mano del productor – eres un tonto! – diciendo ello al final salió tirando la puerta –

Solo pensaba en como tome conciencia de lo que mis creaciones valían – fue lo que dijo al alcanzar al rubio y abrazarlo por la espalda –

No te dije que me lo dijeras – Shiki solo sonrió al escuchar las palabras del rubio y sentir su resistencia cuando lo abrazo –

En Mis RecuerdosWhere stories live. Discover now