CAPITULO 14

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Intentaba aumentar mi velocidad, pero me resultaba difícil debido a las risas que emergían de mi garganta.

—¡Voy a alcanzarte, Lotts! —gritó persiguiéndome a toda prisa.

—¡En tus sueños, Biers!

Continuábamos corriendo y disfrutando de un agradable momento en la playa, habíamos dejado atrás a nuestros padres. Estas pequeñas vacaciones previas al inicio de las clases y al último año de Ri en la preparatoria nos estaban brindando diversión y relajación en abundancia.

Deseaba aprovechar al máximo el tiempo juntos antes de que Ri se marchara a la universidad y solo pudiéramos vernos cuando nuestras agendas escolares lo permitieran. 

De repente, tropecé y caí de espaldas. Esperaba sentir la arena golpeando mi espalda, pero en su lugar, experimenté un impacto más sólido. Abrí los ojos y me puse de pie, sorprendida y quizás un tanto asustada.

Observé a mi alrededor y me encontré en una situación desconcertante: la playa ya no estaba a mi lado, y Riley tampoco. De repente, me vi en medio de un bosque, uno que reconocí al instante: la reserva.

Estaba completamente perpleja por lo que estaba sucediendo. 

Examiné mi entorno, buscando cualquier indicio, cuando vislumbré a lo lejos la figura de Riley. Un suspiro de alivio escapó de mis labios y empecé a dirigirme hacia él. Sin embargo, justo cuando estaba a pocos metros de distancia, me detuve abruptamente.

Riley estaba enfocado en algo que tenía a sus pies. Siguiendo su mirada, descubrí algo que me dejó en estado de shock: un hombre retorcido y gritando, con una herida sangrante en su brazo.

—Riley, ¿qué...? —no logré terminar mi pregunta, ya que él giró hacia mí en ese momento. Fue entonces cuando vi que tenía sangre en la boca, y sus ojos brillaban con un rojo tan intenso que parecían casi negros.

A pesar de su estado, me sonrió y extendió la mano hacia mí.

Incapaz de apartar mi mirada de la escena, observé detrás de él y descubrí más figuras. Algunas yacían inmóviles, mientras otras gritaban de agonía. Mi corazón se detuvo en seco cuando mis ojos se posaron en mis padres, tendidos en el suelo con una expresión perdida.

—¡NO!— Un grito desgarrador escapó de mi garganta, lleno de dolor y desesperación.

—¡Charlie, tranquila!

Mis ojos se abrieron abruptamente y una sensación de alivio me invadió al encontrarme con la mirada de Emm. Solo había sido un sueño, un sueño realmente desagradable.

—¿Te encuentras bien?— me preguntó con una expresión de pura preocupación.

Asentí en silencio, las palabras no fluían, simplemente lo abracé, buscando recobrar la calma. Sus brazos me proporcionaban la paz y la seguridad que tanto necesitaba.

—¿Qué fue lo que soñaste, cielo?

—Solo mantenme abrazada, por favor— no dije nada más, él solo me apretó contra su pecho.

El sueño ya no regresaría, permanecí aferrada a Emmett mientras el cielo se iluminaba gradualmente.

No deseaba reflexionar sobre el contenido del sueño, tampoco quería que Edward descubriera lo relacionado con Ri. Debía ejercer control sobre mis pensamientos; afortunadamente, él no estuvo presente durante la noche.

—¡Buenos días!— exclamó mientras depositaba un suave beso en mi frente.

—¡Buenos días!— respondí con una leve sonrisa.

Once In A Lifetime (Emmett Cullen/Jacob Black)       (Re-editando)Where stories live. Discover now