Conflictos de relaciones, Millie decide abrir los ojos y ver que nada es perfecto, ver que los problemas si existen, y todo cuando Finn Wolfhard llega a su vida.
Millie entró al baño, se lavó la cara y se miro al espejo.
- No seré más su juguete.- dijo y salió del lugar.
Salió de la escuela y regresó a su casa.
Se sentía mal, se sentía realmente enojada consigo misma, quería hacerle lo mismo a Finn. Quería hacerlo sentir utilizado. Pero ella no era así, se lo repitió una y otra vez, pero no se lo creyó.
Quería liarse con alguien más.
Pero no estaba segura.
Entró por la puerta trasera para que su madre no la viera, subió y dejo sus cosas, se puso el celular en el bolsillo de atrás y algo de dinero.
Salió de nuevo y fue a un restaurant-bar.
- Dame una cerveza.- dijo y le paso su billete a la chica de la barra sin si quiera mirarla.
- Por tu cara veo que has tenido un día de mierda.- asintió.- ¿Que ha pasado Mills?
Levantó la mirada para encontrarse con Sophia.
- Demonios Mills.- rodeo la barra para poder abrazarla.
- Es un idiota.- Sophia no sabia de lo que hablaba pero por eso supuso que se refirio a Finn.
🎀
Millie se encontraba con Sophia en su departamento, ella vivía con Jack y Jaeden.
Ambos chicos estaban en su habitación jugando videojuegos.
- Pero ¿Sabes por que lo hizo?
- No.- dijo Millie tomando la tercera lata de cerveza.
- ¡Esta bien! ¿Te parece si mañana vamos a bailar?.- la castaña miro a la pelirroja divertida.- ¡ES QUE LO QUE PASA ES QUE JAEDEN NO QUIERE BAILAR CONMIGOOOOO!.- grito.
La castaña río y vio al muchacho salir de la habitación para correr hacia ella y abrazarla.
- Esta bien, pasame a recoger.- la pelirroja asintió.- le avisare a Sadie.