MY DIRTY SECRET 《B.S.》➳ 《Pennywise》

024

Este capitulo contiene escenas sexuales.

Estábamos en la casa, los tres sentados en la sala, tomando chocolate caliente con cuatro malvadiscos pequeños cada quien.
Ya nos habíamos bañado y cambiado, mi hermano tenía su pijama verde con lunares azules, a Peter le tuve que prestar una pijama de mi papá; color blanca y yo tenía puesta mi pijama blanca.

-Ha...Hace mu...mucho frío. -Comentó Bill temblando.

Corrí ligeramente la cortina, dejando un pequeño espacio para ver el exteriror, y noté que estaba lloviendo.

-Ire por una manta. -Dije y puse mi taza de chocolate en la mesita que estaba adelante del sofá.

Me paré de mi lugar y camine hasta las escaleras, las cuales subi. Entre a la habitación de mis padres y camine hasta el closet; lo abrí y saque una manta demasiado grande de color rojo.
Cuando la tuve en mis manos me dispuse a bajar.

-Co...Corre Pa...Pame, me mo...moriré de fr...frío. -Dijo Bill mientras aproximaba su taza a sus labios.

Peter me miro con una sonrisa divertida y yo se la devolví.
Me acerqué a ellos y los cobije con la manta, para después cobijarme a mí.
Peter tomó mi taza y me la entregó.

-Gracias. -Dije y le di un sorbo a mi chocolate caliente.

-La temperatura a bajado... -Dijo Peter mientras tomaba su taza con ambas manos- Esta gélido el lugar.

-Debe ser por la lluvia. -Dije con una mueca, pues desde que pasó lo de Georgie, los días lluviosos se volvieron tristes para mi, me dejaron de gustar... ese Octubre de 1988 no lo olvidaré jamás.

-Nu...Nuestros pa...padres... -Me miro- ¿Cuá...Cuándo regre...regresan? -Pregunto Bill.

-El lunes, Bill... Cuando regresemos de la escuela ellos estaran ya aqui. -Sonrei.

En estos momentos era "La adulta" de la casa... Y tenía que cuidar a mi hermano, mi único hermano.
Bill vio su reloj de muñeca y me miro cansado.

-Pa...Pame, y...ya so...son las 9:00pm, ya me ir...iré a dor...dormir. -Se levantó y tomó lo que quedaba de su chocolate.

Dejó su taza en la mesa.

-Bu...Buenas no...noches. -Dijo Bill mientras subía las escaleras.

-Buenas noches. -Dijimos Peter y yo al unísono.

Peter y yo nos quedamos en la sala, conversando y tomando lo que quedaba del chocolate.

-Te quedo exquisito. -Dijo Peter mientras relamia sus labios.

-Gracias. -Contesté- ¿Nunca habías probado el chocolate caliente?

-Mí estilo de vida me prohíbe y me limita a algunas cosas. -Dijo mientras ponía la taza vacía en la mesa.

-¿Qué estilo de vida? -Pregunté mientras ponía mi taza vacía junto a la de él.

-Uno fuera de lo común. -Respondió con una sonrisa.

Peter se levantó, y se estiró ligeramente.

-Vamos a dormir, ¿Si? -Preguntó con media sonrisa.

Me levanté y tomé la manta entregandosela.

-Vamos.-Dije.

Caminamos hacia las escaleras, las subimos y nos dirigimos a mi habitación.
Al estar adentro, yo fui hacia la ventana y él se sentó en mi pequeño sofá que tenía en mi habitación.

-Te veo pensativa... -Dijo mientras se cobijaba la manta en sus hombros- ¿Te pasa algo?

Yo lo mire y le sonreí.

-No, no me pasa nada. -Dije y volví a mirar la ventana- Es sólo que... -Baje la mirada y mis hombros- Me recuerda cuando Georgie... -Mi vista se nublo y sin percatarme lágrimas caían de mis ojos- Lo siento... -Dije y con el torso de mi mano limpie mis lagrimas y me acerqué a él.

Él me miro, y tomó mi rostro con su mano izquierda y con su pulgar limpio lo que quedaban de mis lágrimas.
Quite su mano, y me puso de rodillas frente a él.

-¿No tienes frío? -Me preguntó.

-No... -Sonreí.

Nos miramos por unos segundos; me tomo de mi cabello, se levantó obligándome a levantarme también... La manta resbaló por su espalda y me beso apasionadamente.

Pame dormía plácidamente, su melena negra cubría un poco su rostro, mientras yo la veia sentado en una esquina de su cama, me levanté y empecé a caminar sobre toda su habitación, sin despegar mi mirada de ella; me le acerqué y pase mi mano sobre su mejilla causándole una pesadilla.

-Tu dulce miedo... Es mi favorito... -Sonreí.

El aroma que desprendía debido al miedo era delicioso.
No aguantaba más, necesitaba a Pame.
La moví ligeramente y ella despertó.

-¿Peter? -Preguntó medio dormida.

Me abalance sobre ella besando su cuello, y ella sorprendida respondió con un gemido en mi oído, enredó sus dedos en mi cabello jalandolo un poco hacia atrás.
Metí poco a poco mi mano adentro de su camisa acariciando su abdomen, sin despegar mis labios de su cuello... El aroma de su miedo se había quedado impregnado en ella y eso me excitaba.

-Pe...Peter. Gimio mi nombre.

Yo sonreí a esa respuesta por parte de mis estimulaciones.
Me aleje de su cuello y besé sus labios de una manera salvaje, a lo cual correspondió inmediatamente de igual manera.
Poco a poco la levante, quedando sentada en mis piernas, abrazando con las suyas mi cintura; con desesperación quite su playera dejando al aire sus pechos, los cuales eran tremendamente perfectos, pase mi mano sobre su pecho izquierdo y ella respondió con un dulce jadeo...
Mi hambre de carne había desaparecido por completo, pero no mi hambre de placer sexual.
La volví a acostar y empecé a besar sus pechos y a lamerlos, su rostro me lo decía todo, estaba extasiada y llena de placer.

-Carajo. -Dijo ella en un gemido profundo.

Quite mi camisa dejando mi torso desnudo, en contacto de nuestras pieles nos hacía jadear de lo bien que se sentía, me aleje un poco de ella para despojarla de su pantalón y bragas, con algo de desesperación quite mi pantalón y boxers, ambos estábamos desnudos... Ambos sabíamos mo que vendría, abrí ligeramente sus piernas y entre poco a poco en ella, cerró sus ojos soltando un gemido diciendo mi nombre.
Enredó sus piernas de nuevo en mi cintura y abrazo mi espalda con sus brazos, dándome más comodidad para embestirla.
Mis movimientos eran rápidos, salvajes, constantes y rítmicos.
Pame ayudaba a nuestra satisfacción con sus movimientos de cadera, su habitación olía a sexo.

-Más rápido. -Exigió la joven.

Al escuchar eso solté un gemido y empecé a moverme mucho más rápido y fuerte, la cabecera de su cama chocaba con la pared, haciendo un sonido seco y fuerte.
Después de un rato de embestidas y besos, sentí un alivio al soltar un líquido adentro de ella.
Salí de ella lentamente mientras besaba su cuello, la abracé por detrás son dejar de besarla.

-Eres mía, mía, mía... -Dije en su oído.

-Soy tuya... -Dijo ella con una sonrisa.