"Don't Leave Me"

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| Don't Leave Me| Marlex|OneShot|

Continuación del OneShot: "Goodbye My Lover".

Más de dos meses habían pasado tras la partida del pelichocolate.

Más de dos meses dónde el peliazul había quedado completamente solo y sin a quien pedirle matrimonio.

Más de dos meses habían pasado desde que las cosas entre los chicos habían cambiado por completo.

Más de dos meses habían pasado desde que todo se había acabado.

Me encantaría decirles que para este punto, el pelichocolate se había arrepentido y había vuelto para lanzarse a los brazos del peliazul, diciéndole lo arrepentido que estaba y suplicando por volver a su lado.

Sin embargo, las cosas no habían sido así.

Desgraciadamente, el peliazul no había tenido ni una sola notica con respecto del chico de cabello chocolate y ojos cafés.

El menor de aquella "relación" había renunciado a su trabajo y su familia aseguraba que no tenían ni la más remota idea de su paradero.

Parecía que la tierra se lo había tragado.

Por su parte, él peliazul, bueno ¿Qué es lo que puedo decirles con respecto a él?

Parecía que había caído dentro de un pozo sin fondo, uno donde se sumergida sobre su propia miseria.

Algo muy común cuando se termina una relación, aunque quizás con él la situación se inclinaba hacia los extremos de una ruptura.

Los primeros días, tras la partida del pelichocolate, no lograba procesar del todo la situación actual.

Se negaba a creer que había sido abandonado de aquella manera tan descarada y poco amable.

No quería aceptar el hecho de que aquel chico que siempre lo esperaba con una radiante sonrisa y con la pila completamente cargada, simplemente se hubiera ido sin decir nada.

Sin siquiera dejarle explicar las cosas.

Había momentos donde ni siquiera se paraba de su cama, se limitaba a estar entre sus cobijas y murmurar cosas sin sentido para el resto del universo.

Inclusive sus malhumorados hermanos se habían ofrecido a cuidarlo, puesto que él peliazul se encontraba tan despistado que no sabían si podría salir a la calle sin problema alguno, y ni hablar del hecho de estar lo suficientemente despierto como para no dejar la llave del gas abierta.

Aunque ahora, tras un par de semanas, él peliazul por fin había terminado de procesar la situación.

Y de una u otra forma, había "aceptado" que él pelichocolate no cruzaría por el umbral de la puerta, que no le diría que lo lamentaba, que lo había echado de menos y que por favor volvieran a estar juntos, peticiones a las cuales no se negaría en lo más mínimo, pero desgraciadamente estaba consiente de que eso no sucedería.

O al menos no sin llegar a ser una alucinación.

Y créanme que ya había sucedido en más de una canción, quizás el cansancio en exceso hace malas jugadas de vez en cuando.

O quizás su mente solo proyectaba lo que él peliazul deseaba que pasara, pero ahora estaba consiente de que no sucedería.

Y es por ello que ahora, después de un largo descanso, él peliazul se encontraba como nuevo y tenía unas inmensas ganas de asesinar a todo ser viviente que se cruzará por su camino.

| Marlex OneShot's|Where stories live. Discover now