New Life Game

Marie

- Porque nunca me sale bien... - suspiro mirando la hoja de ejercicios. En serio, no sé si es por la explicación del profesor o porque es complicado, pero esto es imposible para mí. Además, mama ahora no está en casa así que no me puede ayudar a resolver las fórmulas – odio tanto estudiar... - si no fuera por mi sueño de convertirme en científica algo me dice que no le pondría tantas ganas a esto. Aunque, realmente, con lo insistentes que son mis padres sobre las notas y los estudios, creo que tendría que estudiar sí o sí. Así que por lo menos tengo un motivo para ponerle empeño.

- Con lo bien que estaría yo, viendo de nuevo la película de Fairy Tale... - claramente eso sería lo mejor del mundo. Realmente me encantaría poder estar en un mundo de fantasía como ese. Incluso me conformaría con un mundo solo de caballeros y monstruos como en Shield Art Online. También conocer a algún chico apuesto como Kirato, alguien así sería perfecto. Aunque, tendría que aguantar su harem todos los días... No, creo no. Mejor alguien como Natsa. Si, eso sería mejor.

Suelto un suspiro. Creo que cogeré cualquier libro y leeré. Siempre me tranquiliza leer. Especialmente libros de fantasía y acción. Poder entrar dentro de mundos tan imaginativos y dejarme llevar por su magia es una de mis actividades favoritas. Me levanto de la silla y recuerdo algo.

- Tengo que prepararme los exámenes de la semana que viene – Si, tengo que estudiar. No tengo tiempo para nada que no sea el estudio. Como siempre, esos libros de texto y esas libretas llenas de apuntes consumen todo el tiempo de mi día a día. Aunque ya estoy acostumbrada. También sé que esto lo tengo que hacer por mi futuro y eso, pero... Realmente es lo peor.

Cojo la agenda y paso las páginas intentando encontrar el día de hoy. Es sábado. Supongo que tendré que mirar la semana que viene. Perfecto... tengo 6 exámenes... Literatura, inglés, francés, matemáticas, biología y tecnología. Nunca entenderé como es que los profesores no hablan entre ellos para poder poner los exámenes en semanas diferentes. Realmente no se preocupan de la vida de los estudiantes. O eso es lo que siento mirando la agenda.

- ¿Qué es esto? – paso la hoja y me encuentro con un mensaje bastante misterioso.

"¿QUIERES VENIR AL PARAÍSO?"

- Esto me da muy mal rollo... - tengo miedo. Se que lo más probable es que sea una broma o algo así, pero... Algo me da muy mala espina. Siento mi espalda erizarse – esto tiene que ser de Ayano – o eso espero. Seguro que como sabe que estoy jugando al Magic Messenger me ha querido gastar una broma. Tiene que ser eso. Lo tiene que ser. Espera, ella no va a mi clase. Entonces, han tenido que ser Sai y Jin. Pero ellas van a la clase B.

- ¿Aún hay más? – paso la siguiente página.

"USTED ES LA ELEGIDA, SEÑORITA MARIE LEBLANC"

- ¿Que está pasando aquí? – tengo mucho miedo. Tiene que ser una broma, sí o sí. Solo una broma. Ahora nadie está en casa. Tengo aún más miedo. Sera mejor que llame a Ayano. Seguro que eso me tranquilizara. Si, lo tiene que hacer. Puede que ella sepa quien ha sido el gracioso que ha escrito esto. Cojo el teléfono. Marco su número. No responde. Siento la necesidad de mirar la agenda de nuevo y de pasar la página, puede que haya algo más.

- Que narices... -Un dibujo bastante tétrico. Una silueta. No sabría decir si es de un hombre o de una mujer, la verdad. Aunque diría que es más una sombra. Por el dibujo creo que lleva un sombrero y un bastón ¿Será inglés? Deja de pensarlo tanto, solo es un dibujo. Pero parece de verdad una persona, aunque está estática. Además, lo que más me asusta es esa sonrisa. Esa sonrisa sin alma ni sentimiento. Hay otro texto:

"LA ESPERAMOS EN JADE CITY"

Ya no puedo más. Se que es solo un mensaje y que seguramente será una broma de cualquier idiota de clase, pero aun así siento la necesidad de esconderme en cualquier rincón de la habitación y quedarme allí, esperando a mis padres. Intento llamar de nuevo a Ayano. Conecta.

- ¿Ayano? No te vas a creer lo que acabo de encontrar – con una voz nerviosa e intranquila empiezo a explicarle lo de la agenda. De repente, algo me da aún más miedo. Esa voz.

- ¿Qué ha encontrado señorita? – esa no es la voz de Ayano. Un desconocido con voz aguda me acaba de contestar. Pero la he llamado. De eso estoy segura. Miro de reojo el móvil. Según este estoy llamando a mi mejor amiga, Ayano. Entonces ¿qué está pasando?

- ¿Q-quién eres? – con un hilo de voz pregunto. Mi respiración se está acelerando al igual que mi pulso - ¿Dónde está Ayano?

- ¿Ella? – esto cada vez se pone más creepy – La he dejado durmiendo tranquilamente – Se me erizan los pelos ¿Dormida? No puede ser... La habrá matado – Ella también es una de las elegidas para venir al paraíso.

- ¿Quién eres? – pregunto esta vez subiendo un poco mi tono de voz. Estoy temblando.

- ¿Yo? – pregunta el desconocido como si no fuera el único en llamada – Yo no soy nadie.

Que tontería es esa. Este señor esta chiflado – Escuche – intento decir con una voz más tranquila, cosa que no funciona – Si no me dice la verdad juro que llamaré a la policía.

- ¿La policía? – creo que lo he asustado – Enserio... Los humanos son tan predecibles - ¿Qué está diciendo? ¿Es que se cree superior o algo así? Esto empieza a cabrearme.

- ¿Es que no eres un humano? – pregunto intranquila.

- No, soy un dios – ya está. He llegado a mi límite. Cancelo la llamada y cliqueo a toda velocidad el numero de la policía. Por mucho miedo que tenga no puedo evitar enfadarme con su comentario. Alguien que se cree dios. No lo puedo permitir.

- Que humana más estúpida – la voz. La del desconocido. Pero si he llamado a la policía. Porque me contesta él - No creo que puedas escapar de mi de esta manera.

De repente me siento mareada. Mis piernas tiemblan y de pronto todo lo que siento es el suelo frío de mi habitación – N-no puede ser... - oigo un pitido en las orejas y un gran dolor en la cabeza. Mi cuerpo está inmóvil. No puedo mover ni un músculo ¿Sera que voy a morir? No, por favor. Tengo amigos, familia, estudios, sueños... Una vida. No quiero que desaparezcan, así como así. La oigo. Otra vez esa voz aguda. Me habla a través del móvil.

- Bienvenida a tu nueva vida. Marie LeBlanc.