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Narrador Omnisciente:

— Pasen. — Ordeno la chica de cabello corto, la puerta se abrió dejando ver a dos de sus soldados y delante una chica que parecía ser menor de edad — Al, Meiko... ¿Quién es ella?

— Ella es la Alemana que quería hablar con usted.

— Un gusto canciller Gumi. — Se presentó la rubia con el típico acento alemán su pronunciación no era perfecta pero era muy buena — Soy Kagamine Rin.

— Bien señorita Rin ¿Para que necesitaba verme?

— Quiero que comience la guerra contra mi país.

— Espera... ¿he oído bien? —  Cuestionó con los ojos abiertos como platos ¿Qué clase de persona pide eso?

— Si. Como has oído quiero que inicies la guerra a Alemania. Quiero liberar a todos los prisioneros.

¿Prisioneros? ¿De qué hablaba la rubia? ¿Que clase de traición nacional era esa? Pero bueno la peli-verde no se hizo esperar y asintió ya se había cansado de el alemán pelirrojo y sus atentados.

— Bien, con mucho gusto pero ¿Me permite hacerle una pregunta?

La chica rubia oji-zafiro asintió — Carlo.

— ¿Qué?

— Carlo, ¿Así no se dice?

— Quizás quisiste decir "Claro"

— Eso.

— ¿Por qué diablos me estás pidiendo eso? — Preguntó la joven adulta recostandose con pereza en su escritorio.

— Es un maldito infierno.

— Vaya para parecer tan joven tienes una gran boca. Bien Rin pero con una condición.

— Aja como digas, dime no tengo toda la vida. — Comento con el ceño fruncido.

La peli-verde se levantó dejando ver su gran altura intimidando un poco a la joven rubia, camino hacia un pequeño sofá que estaba en la esquina de la oficina y tomó un pequeño sombrero de canciller, sí, era su sombrero y regresó a donde se encontraba la rubia y le extendió su sombrero y está titubeando un poco lo tomó en sus delicadas y pálidas manos.

— Seras mi segundo al mando en esta operación.

— Bien. — Contestó decidida la menor del lugar colocándose el sombrero sobre su rubia cabellera.

La canciller sonrió con firmeza y le ordenó a los dos soldados que estaban allí le dieran un uniforme y le enseñaran el lugar, los dos soldados mayores obedecieron y se retiraron junto con la rubia de cabello corto.

— Acabaré contigo Akaito.

Ya había amanecido y unos pocos rayos del sol chocaban con la cara de la joven aquamarina, se intentó mover hacia un lado chocando la pared y golpeandose un poco.

Se levantó de mala gana y con la garganta seca, llevaba más de doce horas sin tomar agua, se talló sus ojos para adaptarse un poco más a la luz.

Dió un largo suspiro para salir de su escondite, no sin antes verificar si había alguien a los alrededores, camino en silencio en busca de agua.

— De seguro si llego a preguntarle a alguien aqui por agua... — Susurro para si misma — Me dirá ¿Qué es eso? — Rió en burla.

Luego de haber caminado unos segundos divisó una llave de agua, se acercó y se agacho para quedar a la misma altura de la llave, la abrió e hizo una mueca de asco, el agua tenía tierra y no era muy recomendable beberla en esas condiciones sin embargo no tenía de otra y bebió un poco, sinceramente no sabía tan mal y bebió otro poco refrescando su garganta.

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⏰ Last updated: Apr 20, 2018 ⏰

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✦«En El Campo de Concentración» ‹Lenku›✦Where stories live. Discover now