The Gift

7°

N- "para mí será un placer presentarme en tu casa el día que me digas que es prudente jajaja"

Mi pulso no podía estar más acelerado verdaderamente me sentía emocionada por sus palabras, aún sabiendo que los dos éramos adultos, y que visitarnos era de lo más normal, yo lo había hecho apenas anoche pero era diferente había más gente y no estábamos solos.

N- "¿Sigues ahí?"

Mis mejillas se tornaron de un tono rojo por olvidar el contestar por unos minutos.

M- "me parecería encantador si algún día te presentas pero te advierto, mi vida no es de las más interesantes, no hago mucho en mi tiempo libre, nado, leo, veo Netflix y a veces me pongo a ver cómo va la compañía, si aún así quieres venir eres bienvenido"

N- "tu ya eres interesante, además me parecería maravilloso, suena a un fin de semana en mi vida diaria jaja"

Pase mi mano detrás de mi cuello en señal de nervios, sentí una sonrisa crecer por mi rostro, tenía años sin sentirme así, pero sencillamente una parte de mi se sentía inseguro, llevo días de conocerlo y no me quiero adelantar pero no quiero sentir nada por Nash.

Pensando en eso me dediqué a teclear mientras me levantaba y iba de camino hacia una de mis partes favoritas de mi casa: la cocina.

M-"entonces eres bienvenido el día que sea, excepto entre semana de 2-8pm, son los días que me dedico de lleno a estar en la empresa porque al pareces nada funciona si no estoy allí"

Su respuesta no sé hizo esperar mucho, y cuando menos me di cuenta estaba ya en la cocina colocando la tetera para un café matutino.

N- "para mí será un placer pasar algún día de estos contigo, eres intrigante Mila, y linda, bueno te dejo, tengo que ir a casa de mis padres a una parrillada, hasta luego mila, ten un lindo día, te veré luego"

Algo en mi se estremeció, era un hombre además de guapo y trabajador, un hombre de familia y educado.

En lo que mi cabeza repesaba esos detalles la tetera sonó y era momento de preparar entero mi desayuno, un omelette un café y melón.

El día se pasó rapidísimo, después de hacerme el desayuno ví un poco de televisión y revise las gráficas que me envió Doris, mi secretaria, al parecer la venta de ciertos productos disminuyó por lo que los tendríamos que poner de una vez en rebaja y teníamos nueva mercancía esperando por ser puesta en las sucursales, después de eso recordé que tenía que ir al centro comercial con liv así que me arregle rápido, unas zapatillas de piso, un vestido de botones en el frente color azul y un bolso pequeño.

Hasta ahora el día iba bien, llegamos al centro comercial y además de mirar vestidos y tacones para la dichosa boda que por cierto yo no me decidí pero liv compro un vestido color caramelo liso y pegado llegaba 5 dedos antes de la rodilla y unos tacones del mismo color no muy altos pero muy lindos, después de eso  fuimos a comer y al cine en verdad estos momentos con esta buena mujer me encantaban.

Llegué a mi casa y en verdad me di cuenta de que, en todo mi día solo permanecía un pensamiento, Nash Grier.

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Los amo no me maten.